Desperté recordando imágenes
Que arrodillaban mis sentimientos
La finca
El árbol de mango manila frente al dormitorio
La cancha de basket
Los matasanos, las zunzas, los jocotes
Los mangos indios detrás de nuestro edificio
Centro Nacional de Arte CENAR
Los nances, lo mamones, los nísperos
Los pitos, las semillas de pan, plátanos majonchos
El carao, el copinol, el mamey
Los pedos rusos
Las aceitunas, que ya maduras se ponían color morado
Las ligosas transparentes (Tiguilotes)
Árbol que adornaba la entrada a la finca
Los capulines rojitos
Los aguacates, los limones
Las paternas, entre la carpintería y la cuna
Los zapotes, La mora
Los nísperos en el jardín inmenso de la entrada
Las naranjas agrias, las manzanas pedorras
Los pacunes
Tantas imágenes y sabores que acariciaron mi pensamiento
Inmenso colectivo y solidario
Lleno de vida
De inocencia, descubrimiento
De juegos y creaciones infantiles
Las tarjetas de los álbumes de colección
Las chibolas, los trompos, las piscuchas
Ladrón se largo, escondidas, los tres pecados
Los pisques, la selección setenta de papi luz
Las hondillas, el capirucho
Las artesanías, el ajedrez, el no te enojes
El monopolio
Frente escuela, el mapita, la plataforma
Las misas los domingos y las salidas al cine
Al circulo estudiantil
Las salidas al cerro de San Jacinto, la tierrita
A la lomita
Al boquerón
Al parque Balboa y su puerta del diablo
Panchimalco que lo recorríamos a pie desde San Jacinto
La cohetría, la tenería y ese río Juan Pérez
Mal oliente de siempre
Santa Carlota, el hoyo del cura
El día del niño
Las vacaciones
Las playas
La navidad, las posadas, la cena especial de medianoche
Los cohetes
Los juguetes, los regalos
La ropa de gala
La soledad en esa época de frio
Cuando la mayoría partía de vacaciones
Los dormitorios
La cuna
La iglesia
Las monjas, los curas, los rosarios en mayo
Los apodos, los insultos, los pleitos, los catigos
Los gritos, el llanto, la escuelita
La biblioteca, los útiles escolares, los zapatos
Las madrugadas
El despertar colectivo, los baños, las camas
La cola del desayuno, los almuerzos, las cenas aburridas
Los castigos de noche,
Los que anduvimos por los rincones
De todo ese laberinto de nuestras vidas
Escondidos y creciendo en esa inmensidad llena de sentimientos
Mansión de amor y sufrimientos
Mi pensamiento viajó lejos de mi Hogar
El de tantos
El de todos
aapayés
