Galopaste
Feroz en mis oídos
Al escuchar al unísono
Tu grito de agobio
Y decir te quiero
Galopaste
Consciente de palabras
Al decirme sin tapujos
Que no exista
Galopaste
Inmersa en tus palabras
Haciendo mella en mis venas
Como el que hiere con cuchillo en mano
Queriendo culminar a besos
Lo que apenas comenzamos
Galopas en silencio
Para hacerme feliz, a pesar de todo,
En el silencio oculto de mis temores
aapayés
A través de la ventana
Siento la frescura de la noche
Y sé que estas triste,
Pues me lo dicta con fuerza
El ulular del viento
Pienso e imagino,
Tomo tus manos entre las mías
Y quedito, quedito, apenas audible a tus oídos
Te digo que todo va bien
La melancolía es pasajera
Nuestro amor es y será para siempre
Porque la complicidad que tenemos
Es nuestra compañera
Intuyo que de a poco
Me brilla tu sonrisa,
Sabes que me vuelve loco.
La melancolía ha dejado de ser
Y se convierte en alegría
Ahora, siento tus dedos
Enredados en tus cabellos
Tus labios entreabiertos
Buscando mi boca
Escucho atentamente al viento,
Ya ha cesado
Y la noche serena abandona su tristeza
En su afán por convertirse
Carnaval de besos y caricias
Que compartimos
En secreto
Y en silencio
aapayés
La marmota sale
A principios de febrero
Para decirnos
Que el invierno se irá pronto
Y la primavera vendrá pronto
Aunque el camino será largo,
Muy largo
Para amanecer en tus brazos
aapayés
Llueve
Afuera la tormenta no cesa
Porque el rocío de mi llanto
Acaricia tus pasos
Cada vez que pisas mi nombre
Vierte
Cuando piensas los versos
Más bellos de tus pestañas
Que navegan con tus aletas
Mariposas convertidas en violines
Enarbolando musicalmente tus caricias
Vuela
Y trasciende fronteras
Sólo con el tejido de tus pupilas,
Convirtiendo mis emociones tristes
En alegorías de colores recíprocos
aapayés
Cuento con el silencio
Que me acompaña.
Cuento con vos, en todo.
Y es este silencio nocturno
Agitado y caprichoso
Con el que cuento para todo,
El mismo que se dispara
Como un misil
Y hace temblar el alma.
Así de frágil es el llano
Cuando es pisoteado por los zompopos
Que carcomen la ceniza de esta vida
Cuando ellos alimentan a los suyos.
Cuento el silencio
Y me equivoco
Pues faltó,
La sensación recíproca verbal de tu mirada.
Alcanzo a ser el siervo del silencio
Cotidiana compañía de tus gestos
Invitando a este viaje por las artes
Que acarician sin cesar mis ilusiones
Manteles de mi abrigo maltratado.
Versos que nos llevan
A seguir el mismo vuelo
De alondras ensangrentadas
Titubeando minúsculos destellos
Que trascienden hasta vos, pequeña brisa.
aapayés
Te ofrezco y te entrego todo
Pero tú no me entregues nada,
Porque si me entregas todo
Deberías hacerlo todo
Un marisco de ideas
En las maletas del olvido
aapayés
Virtual, virtual.
Llana la palabra cotidiana
Que me baña conspirando con la diana
Avellanas maravillas retoñadas
Convergente en el complot de tus pestañas.
Virtual manera de amarnos
aapayés
Maquillada a piel morena
Y vestida a mil por hora
El peso del tiempo
Cubre tus homilías de pasión equivocada
En el abismo de tus hombros
Recién descubrí las montañas
Coloreadas con tus poros
Perfecto mundo ingenuo
Que siembra a ciencia vida.
Imagen de tu cielo
Que me invita a ser
Sincero malabar con los tinteros
Rumbo al claroscuro reino
Carpintero de mis sueños
Recién encuentro la ternura
En el siniestro saludo de tus cabellos
Acuchillando una silueta
En tus verdes sentimientos.
Por cierto que el asfalto
Queda bien a tus escombros
Centinelas paraíso
Dormitorio de tus uñas,
Con ellas puedes esculpir la saliva
Y deleitarte bebiendo abejas
Endulza pues tus emociones
Bebe,
Bébelas y ve con ellas
Al trasiego peligroso
Sentimiento de tus pechos
Recién mutilé mis versos
Con ellos hice añicos
Mi deslucido entendimiento
Que invadió después el beso de la historia
Marchitando el asfalto de mis ojos
Derretido en esta monocroma
Soledad que me concierne
Recién, ahora, rasgo
Las lágrimas moribundas
De mi alma
aapayés
Nocturnos pensamientos
Cabalgan a diario por mis huesos.
Cabizbajo, los encuentro
En lecturas cotidianas del silencio...
Destruyo en ellos
Miniaturas plegarias seculares,
Sin cesar y con rigor, para hacerte mía.
Y así, en siglos enunciados
Y milenarias palabras en versos convertidas
Descubrí tus letras cómplices de las mías
Recorriendo el camino río abajo
Hasta llegar a esa ternura cristalina.
No recuerdo cuándo,
Ni dónde encontré tus pasos.
Ecos seglares dictan,
Sin temor y con vigor,
Parpadeando al compás de tus deseos
Los puntos suspensivos de tus pechos.
Y si apenas respiro tus mejillas
Inhalo sensaciones mayúsculas,
Porque en el texto de tu cuerpo doblegado
Rezuman exquisitos versos nuevos
aapayés
Viajo con el viento
Y el silencio me acompaña.
En cada escombro vital anclan
Mutiladas por el tiempo
Ambiciones de esculpirte
En pleno llanto
Viajo, casi a escondidas,
En tus crepúsculos centellos
Y busco en ellos
El capricho ensangrentado
Que destiñe mis acuarelas
Y una nube las destierra
Dibujando, cargada energía,
El infinito oscuro del olvido
aapayés
No puedo dejar de amarte
Histórico poema de mi vida
Las comas y puntos escritos
Son el aliento de tu nombre
Palpitando en la sangre
De mis tentaciones
Ayer soñé contigo
Y los versos más elocuentes
Me llevaban a ti
Y supe despertar feliz
Sintiendo la poesía de tu cuerpo
Y de tú nombre en mis manos
No puedo dejar de amarte
aapayés
Huyendo de mis dificultades
Me tope con un elefante ciego
Que ahondaba por los caminos
Que yo iba corriendo
Y un segundo después
Me pidió la mano
Para que lo guiará por el sendero
Me asustó
Y con serenidad
Sentí su trompa en mi hombro
Y camino junto a mi
Sin decir una sola queja
Me perdí en mis penas
Me ahogue en el vaso
Y me disparé cien tiros de ilusiones
En la mente de mis sueños
Me quedé en silencio
Al ver tranquilo y sereno al elefante
Me sorprendió sobar mi cabeza
Y sentí sus palabras
Con su murmullo a mi lado
Y seguí yendo por su camino
Al finalizar el tramo mi destino
Supe que huir de mis problemas
Es de cobardes y miré atrás
El camino andado
Sin decir nada
Dejé al elefante en su lago
Bañándose de alegría
Y comencé a correr
Para recoger las penas abiertas
De ese mundo que me ahogaba
Huyendo de mis problemas
Comprendí que al quedarme con ellos
Saldría adelante siempre
Y superarlos con la mirada fija
En el futuro incierto
aapayés
El equilibrio moderno
De la realidad
Está dibujada por el destino
Triturado en un papel mal escrito
Y es allí
Donde te preguntas
Cuál es mi aporte
A ese destino imaginario
Triturar un papel de amor mal escrito
Y caerle añicos
Por qué no entendiste el mensaje
Y las letras que bailaban
Como la melodía
Que sonaba en la lectura
Y me absorbió tanto el silencio
Que el equilibrio de mi pensamiento
Se reveló
Y se hizo viento
En el pasillo de un sueño imaginario
El equilibrio moderno
Radica en saber dilucidar
La armonía del alma y el cuerpo
Cuerpo material
De un mañana incierto
aapayés
Nada es igual a lo que siento
Por el amor que fue
Por la noche que es
Y por el día que un día
Sin saber por qué llegará
A ser tiniebla
En la oscuridad del día
En la oscuridad del tiempo
En la oscuridad de la noche
En la oscuridad de silencio
En la terquedad de un loco enamorado
De la canción de cuna
Que un día sin saber por qué
Ni como
Ni cuando
Escuché entonarla en el kinder
Frente al árbol de paternas
Y al lado de la carpintería,
En ese lugar del recuerdo
Amaneció la soledad
En los tiempos de agua fría
En verano
Eran los vientos de octubre
Eran los tiempos de Navidad
Y nada era igual
Vacío y solo
Me enamoré del tiempo
Eran los tiempos de Navidad
Y a todos nos daba frío
Pero reíamos
Pero jugábamos
Pero cantábamos
Pero salíamos al cine
Pero salíamos al círculo estudiantil
Pero nos bañamos en las piscinas
Y sin saber por qué
Como y dónde
Dejamos de ser
Un castillo en el cielo
Y una casa de arena en el suelo
En ese campo de fútbol
En esa cancha de básquetbol
En esas bancas de hierro
En las que un día
Sin saber por qué
Cuándo y cómo
Nos dejamos llevar
Por la brisa de Navidad
Y todo de la noche a la mañana
Cambió
Cambió para bien
Cambió por completo
La forma de ver la vida
Y
Hoy como ayer
Sigo pensando en ti
aapayés
Con lo fusil en los ojos
Disparé un sin fin de balas
Para derrotar
Al odio existencial de la palabra
Y lo hice verbo
En las manos de los niños
En el hospicio del recuerdo
Mundo y ciego
Me dejé llevar
Por el amor a la poesía
Que dispararon versos consecuentes
A orillas de la montaña
Con el fusil en mis ojos
Me hice guerrillero
De una patria inexistente
El diálogo y negociación
Lo tiró al retrete de las elecciones
Y perdimos todo
Y murieron muchos,
Pero muchos compañeros
Que dejaron sembrada
La conciencia de un pueblo
Que despierta cada cien años
Cuando la tortilla se vuelva
Y preparemos de nuevo
El comal para hacer guerrilla
Con el fusil en mis ojos
Disparé poesía
Y la hice verbo en las manos
De los niños
Futuro incierto
Camino seguro a lo infinito
De la patria
aapayés
Hace mucho
Que no pienso en ti
Como antes
Antes de conocerte
Antes de besarte
Antes de escribirte un beso
Antes de recitar un poema
Antes de ver tus ojos
Antes de tomar tú mano
Antes de sentir tus labios
Antes de acariciar tú cuerpo
Antes de desnudar tú pubis
Antes de descubrir tu sexo
Antes de penetrar tú deseo
Hace mucho
Que no dejo de pensar en ti
Carcajada camuflada
En la almohada secreta de tus piernas
Hace mucho que pienso en ti
Como el primer día
En la zona menos esperada
aapayés
Encumbro la piscucha
De mi infancia
Y troleo
Al gentilicio pedestal
Del destino
Allá en el cielo
Brilla lo inalcanzable
Y las caricias que nacen de mis deseos
Se pierden con las mariposas
Volando a lo inimaginable
Tú cuerpo color manzana
Encandilo la piscucha
En el bolsillo de mis tentaciones
Y una voz serena y pausada
Interrumpe en mi oído
El canto silencioso
De tus deseos
Y
Tú voz enamorada
Pausada como siempre
Acelera
El latido de mi tentación
Encumbro la piscucha
Y nace un muerto pensando
En ti
aapayés
Me quedo
Con el efecto literario
De tus besos
De tus caricias,
Y con la poesía matutina
De tus suspiros
Para llevarme
El abismo de tus orgasmos
Un aliento de amor
Por el camino
aapayés
Suelo ser irónico
En la tertulia
De un zoológico vacío
Vacío de luz
Vacío de agua
Vacío del verde fresco del tiempo
Vacío de lluvia
Vacío de amor por la naturaleza
Y un orgasmo literario
En un rincón de la oficina
Vacía de calor
Vacía de amor
Vacía de personas
Vacío de una cafetera sin azúcar
La ironía me la llevo en el bolsillo
En el bolsillo de besos
Ausentes por la avaricia
De un rinoceronte
Que nunca llegó
Al zoológico
-Ironía
Un garabato de ideas
Coqueteando
Con el arrecife de estrellas
En plena luz del día
aapayés
Hace mucho tiempo
Me pinte un nombre
En la mirada,
Y eras tú asfalto imaginario
Del destierro,
Pero
No esperaba encontrar
La aspereza del silencio
Tatuada en los pasos ausentes
De quién me dio la palabra
En las manos
De un poeta desaparecido,
Tomé
Su ausencia
Y la hice verbo en las montañas
Y en las paredes
Que gritaban su nombre
En las esquinas de cada cuadra
Que juntos un día
Caminamos con las pancartas
Tatuadas con consignas
Y de sonrisas libertarias
Hace mucho tiempo
Que la palabra
La llevo doblada en mi pensamiento
Que ilumina mi sentimiento
Y el anhelo de ser,
Una consigna pintada
En las paredes del hogar del niño
Bajo la sombra
Del árbol de capulin
En la entrada de la finca
Llena de frutos
Y de juegos perdidos
En las quebradas del bosque
Hace tiempo
Que llevo conmigo
Sus recuerdos
En la mochila del pensamiento
aapayés
Las noches de sueño
Me quedé dormido
En el local de humanidades
Y escribí poesía
En las paredes de idiomas
Y psicología,
Pero me faltó ser feliz
Por un día
En el bosquecito de la U,
De noche
Jugaba a las escondidas
Con un fusil bajo el hombro
Y caminaba de humanidades
Hacia agronomía e ingeniería,
Pero fui fusil imaginario
En los pasillos de periodismo
Esas noches de sueño
Me hicieron pensar
En las calles de mi ciudad
Y fui ave de paso
Que se convirtió en canto
En las voces de los compás
Entonando consignas
En las marchas del 30 de julio,
Y gritamos con el puño en alto
El grito de Roque Dalton
Que era el nuestro
Cuando él los hacía poesía
Las noches de sueños
Leía a Marx y a Lenin
Y a tantos otros
En las aulas de la U
Las noches de lucha colectiva
Eso era soñar en la U
aapayés
Quise ser viento
Para llegar al infinito
De la palabra
Y me convertí en nubes
Mascando sueños
En ellos me derrito como el hielo
En la boca
Y refresco el alma
De un calor innecesario
Necesario es ser
Un compa bajo el árbol de la lucha
Buscando los sueños en sus ramas
Me despido de la luna
Y me mezclo con las estrellas
Para iluminar
Los pensamientos utópicos
De los mangos indios
Que me alimenta
Antes de que llegue el invierno
Ayer no llovió
Pero comí mangos con limón
Alguashte y chile
Y me dejé llevar
Y me convertí en viento
Y me perdí entre la vida y la muerte
Quise ser viento
Y fui fusil bajo el árbol de mango
De mi niñez
aapayés
Un verso con sabor a mi
En tus labios
Cada mañana
Cada noche
O
Cada segundo
De lo que me quede de aliento
aapayés
Toma el teléfono
Que la necedad de quererte
Me abrigue el silencio de las noches
Incertidumbre manera
De enfrentar la distancia
La distancia a ti
La distancia a mi
La distancia manera de escribir
La distancia tentación de querer
La distancia inquietud de ser
Una luz en el horizonte oscuro
De la vida
Que la necedad de quererme
Disipe la manera
De leer el tiempo
Y de lucir la vida
En medio de la ternura inexistente
Que la necedad de creer
En el amor
Derrumbe la distancia de ser
Un suspiro
En el aliento del olvido
Que la necedad de quererte
Sea el principio y fin
De un poema marginal
En el vientre de tu despedida
A la distancia
Color jardín
En la universal manera
De escribir te amo
aapayés
El comején se precipitó
Por el andén de la calle
Y grito furioso
¡Que demonios hago aquí¡
Perplejo y solo
Se dejó llevar por la corriente
Del aguacero
Una vez llegó a su destino
Emprendió su regreso a su vivienda
Miles de kilómetros
Serían unos dos pasos
Al caminar
Tomó su tiempo
Y se dejó llevar
Por el viento
Esa brisa que acaricia el rostro
Al escampar
No sé si habrá llegado a su destino,
Pero si, que continúo queriendo llegar
-Pienso
Y leo
Una caricia en el atardecer
De un día más
En la vida de un comején
aapayés
Que se desvanezca
La palabra escrita de amor
La noche que hicimos parir
Al silencio en el cine
En esa inmensa pantalla blanca
De algodón
Miramos el rostro de un colibrí
Vacío y triste
Se copio a los ojos
Que por miles
Lo apreciaban con amor
Que no me digan nada esta noche
Que el vuelo de una mariposa
Merodea celosa del colibrí
Que se desvanezca la marea
Del mar de ideas
Que copulan las tentaciones
De un ser enamorado
Ya el cine cerró el telón
El colibrí voló por las butacas
Acariciando la ausencia
Del bullicio
La mariposa se esfumó
Y nadie supo nada después
Que la escena de amor
Se desvanezca al caer la tarde
aapayés
Dame un aliento de tu ausencia
Para guardarlo
En el frasco vientre de mis deseos
Y en al delirio usurpador de poesía
Dame un sorbo de besos
Para que mis labios
Se empapen de amor
Por los siglos de los siglos
Amándonos a escondidas
Dame un segundo de ti
Para escribir
Los versos más elocuentes
De la nostalgia
Y hacer de tu ausencia
Un paraíso perdido
En el vientre de tus pasiones
Déjate llevar a ciegas
Por el camino del deseo escrito
En las paredes de tu cuerpo
El resto de nuestros versos
En la cama de tu silencio
Dame un momento de tu silencio
Para leer un poema de amor
En el vientre de tu deseo
aapayés
He tirado la mirada
Que acariciaba tu rostro
Al verme leer
Un ramo de flores en tus labios
Sin decir nada
Abrió su paraguas
Y se hizo lluvia en el horizonte
Gobernando las tormentas
Y el sol
Marchito y triste
Dejo acariciar
Un rayito de sol en tu mirar
He tirado por la ventana
El poema que un día
Nació por ti
Para rociar de versos tu morada
Ingenuo y vacío
Deje soltar
La imagen de tu pecado
En mis brazos consagrado
Añejo manantial de besos
Que se deslice la soledad
Por el grifo lleno de felicidad
Bajo la lluvia tus caricias
aapayés
Que me lleve la nostalgia
Al otro lado de la noche
El día es más auténtico
Al andar por el rumbo de tus sueños
De tus piernas y de tu cuerpo
Me hago responsable,
De editar en silencio
Un poema de amor
Sin título
Teorema escrito
En los secretos húmedos
De tus labios
aapayés
