Guardo la imagen
Que un día copié
En la oscuridad de la noche
Tu y yo
Reposando la desnudez
De un momento inolvidable
aapayés
Guardo la imagen
Que un día copié
En la oscuridad de la noche
Tu y yo
Reposando la desnudez
De un momento inolvidable
aapayés
La sonoridad
Que embarga mi silencio
Me lleva a lo más íntimo
De las tentaciones,
Que desnudaron
El deseo de ser
Un cuerpo desnudo
Unido al tuyo
Y un beso
Humedeciendo tu sexo
Libido
De tu cuerpo
aapayés
De tu escritorio
Leyendo un beso
Que humedeció mis deseos
Y esa pasión que me penetraba
Al sentir tus labios
Acariciando mi cuello
Y las orejas tacitas a la tentación
Que embriagaba tu aliento
En mis oídos
Seré bohemio en la soledad
De las noches de otoño
Con las hojas acariciando mis sentidos
En esa cabina ausente
Escuchando tu voz a la distancia
Que nos acercaba
Cual suspiro en mis sentidos
En mis poros
Húmedos tus labios
Sonrojando mi deseo libido
Sentido de tenerte desnuda
En mis brazos
Tu
Y
Yo
Hablando desnudos por teléfono
aapayés
El encanto de tus labios
Son los versos
Que expresan tus sentimientos
Acaricias
El alma de quien te ama
El encanto de tus ojos
Son el brillo espiritual
Del poema escrito,
De tu cuerpo desnudo
En la cama del deseo
Perdido y solo
Te leo
Con el mismo brillo
De tus encantos en la cama
aapayés
Que el tiempo
Empañe la memoria
Que suele ser constante
Cuando de amor y de amar
Se trata
Llevo conmigo
El fresco beso de tus sueños
El guiño tierno de tus piernas
Y la humedad secreta de tu deseos
Heme aquí
Rememorando tus caricias
Tus encantos desnudos
Y tus manos escribiendo versos
En el masculino sexo
De la poesía
Que el tiempo nos acompañe
Al ritmo del amor poético
A la entrega de dos cuerpos
Desnudos en la imaginación
De la noche
Bajo la luz de tus ojos
En la cama iluminada
Por el brillo estelar de la piel
De la luna de tus deseos
Heme pues aquí
Rememorando el beso de tu cuerpo
En silencio
aapayés
Hace mucho divago
Una sonrisa marchita
Ajena a mis sentimientos
Ella
Me doblega
Me tritura la certeza
De un borrador escrito
Con las manchas ausentes
En mi memoria
Y con el capricho
Ecuménico de mis tentaciones
Hace mucho que divago
Un refrán sin privilegios
Sin ataduras a los versos
En la vereda de un paisaje olvidado
Por el camino de la vida
Divagar es eso
Pensar sin tener claro
El verbo que tatúa tu memoria
Que trasciende
Cuando tiras por el suelo
Cada borrador escrito
En el pasillo de mis pensares
Me dejo llevar
Hasta encontrar el sentido
A la poesía
Y la armonía ecuánime
En la poesía
aapayés
La fortaleza está en ti
Tus decisiones
Tus acciones y actitudes
Son las que determinan
Tu camino
Armoniza tu entorno
Y el alma será apacible
En las dificultades
Y firme en tu destino
La fortaleza de la vida
Está en ti
aapayés
La fortaleza de mis pensamientos
Se encuentran
Arraigados a la memoria
De tus caricias
Y de tu rostro sonriendo de placer
Y la ironía de todo eso
Es que me desvanecen
Las caricias de tus manos
Y la mirada feliz
De tu presencia
Cuando la alegría
Embarga mi corazón
Las venas pululan de amor
Y vierte un río de tentación
En las neuronas del placer
Nada tiene que ser igual
Los días cambian
Al amanecer
Y el sol brilla
Para recordar que apenas
Comenzamos a vivir
El sentir
Dejémoslo a la luna
Que con las variantes
Las noches
Son distintas con tu amor
Y duermo
Y en mi regazo
Me acuñó a ti
Para sentir
La fortaleza de mi pensar
Majestad de mi tentación
aapayés
Ya no podré ver
Las hojas caer en otoño
Como la primera vez
Que las vi volar
Al ritmo del viento,
Y brotar con alegría en primavera
El estilo ecléctico
De tu sonrisa
Es conforme a la norma literal
De tus encantos
Ese evento peculiar
De tus andadas
Al ritmo coloquial
Del tiempo,
Es un ir y venir en la cama
Desnudos,
Acompañando
La sonrisa especial
De tus espasmos
Ya no podré ver
Las hojas cambiar de color
En otoño,
Después de hacer el amor
En primavera
aapayés
Te vi en mis poemas
Esos que brotan
Desde el silencio ingenuo,
Agónico sentir
En la distancia del olvido
Los latidos
Sobresaltaban
Como el primer día
De nuestro encuentro
Ese encanto de tu presencia
Sigue latiendo en los versos
Al leerte a solas
Te vi plasmada
En mi poesía
Como el primer día
De nuestro encuentro
Y sigo aquí
Leyendo tu presencia
aapayés
Que la nostalgia
De quererte
Se transforme en versos
Cálidos besos de amor
En los ojos de tus labios
Y en la lengua de tus manos
No quiero dejarme llevar
Por los recuerdos
Que engalanan el ego
De un loco enamorado
Quiero sentir
El suspiro de tu boca
Leyendo mis caricias
Y exprimir
Los espasmos de tu cuerpo
Unido al mío
Que la nostalgia pues
Me alimente tu presencia
aapayés
《 Los seguidores de la dulce soledad》
Gaizka Aguilar Bejarano
Cuenta la noche
Que el tiempo en retiro
Es efímero
Si escribes en silencio
Bullicio imaginario de la vida
Con el aroma eterno
De la dulce caricia escrita
Me desvanece la nostalgia
Y me acompaña
Cual furor durmiente
Los seguidores de la dulce soledad
Me entrego ciego y mudo
Cual temperamento inusual
En la cercanía estricta
De esta melancolía durmiente
En mi pensar
En mis ojos
Palpita la imagen
De un poema superfluo
En cada suspiro desleal
A la noche incierta
Con los seguidores
De esta dulce nostalgia
De la vida
Me aferro y acaricio
El universo ecléctico
De este encierro
Que me acompaña
Desde que leí
A los seguidores de la dulce soledad
Me entrego
Y me inclino
A los seguidores de la dulce soledad
aapayés
Tenemos
Un delgado verso
Entre los labios
Y tus deseos
En el corazón
Que late siempre que nos vemos
Acurrucados en la cama
Un beso en tus pezones
Una caricia en tu sexo
Y una mordida cómplice
Con mis labios
En el clítoris de mi poesía
Tenemos
Un sin fin de momentos
Para hacer de nuestros cuerpos
Un enjambre de sensaciones
Ese púbico verso
Que devora el alma
De tanta pasión y deseo
De ser una beso en tus espasmos
Tenemos
aapayés
Te regalo
Una imagen escrita en tus ojos
Un abanico de sueños
Coloreando tus cabellos
Por las noches
De luna llena
Te regalo la sensatez emocional
De vivir contigo
Y la armonía ecléctica del deseo
De la pasión emocional
De dos cuerpos desnudos
Como volando
Con el viento bajo la lluvia
Y no me niego a vivir contigo
Me entrego a sentir
Las frescas mañanas
Los días del año
Con sus estaciones
Del tiempo
Para sentir todas las emociones
El resto de nuestras vidas
Te regalo mis manos
Mis labios
Mis ojos
Mi pensamiento
Mis emociones
Mis locuras
El amor nacido
Para sonreír juntos
Por los siglos de los siglos
En poesía
Te regalo
Un verso con el beso
Todas la mañanas
Y las noches juntos
aapayés
Los diminutos instantes
Que deambulan por la vida
Son segundos
Que trascienden el tiempo
Nos dejamos llevar
Muchas veces
En efímeros sentimientos
Que ahogan los buenos momentos
Los diminutos suspiros
Que nos regala el tiempo
Acompañado del sol,
Brillo de cada día
Nos sumerge
Al instante inmenso del vivir
Y nos entregamos
A ciegas a seguir coloreando
El sueño
Que un día quisimos volar
Ese instante del vivir
Se acomoda con armonía
Con el sol
La lluvia
El viento
Y
El mar
En ese diminuto instante
Me quedo
Acariciando la poesía
Que encuentro en ti
aapayés
Más allá de las palabras
De un amor Insoslayable
Están los hechos
Incondicional de dos almas
Que trascienden
Las tentaciones
De dos cuerpos que se aman
Un gesto de amor
Con una sonrisa
Y la caricia inesperada
En el momento adecuado
Trasciende
Mucho más que un te amo
Más allá de un beso
Me quedo
Con tu compañía espiritual
De amarnos
aapayés
El silencio
Me aniquila el alma
De versos nacidos en el exilio
De gritos nacidos
Con el ruido imaginario
Del tiempo
Ya no suelo mirar los días
Ni las noches
De la misma forma
Que lo sentía
Cuando era un niño
El tiempo y el espacio
Me parecen cortos
Son miniaturas
Que los años colorea
El silencio
Me aniquila la tristeza
Las lágrimas son versos
Nacidos en compañía
Con el poema dormido
En el pavimento del olvido
Que camino
Todos los días
Cuando palpito con firmeza
El suelo de la vida
El silencio
Me desnuda el alma
Todos los días
Y noches de exilio
aapayés
Suelo escribir
Los sentimientos
Que pululan por las venas
De un latir profundo
Y amotinamiento
De tentaciones
Que se perfilan
En el universo
Lleno de melancolía
Argumento obsceno
Y desquiciado en la memoria
De mis deseos
Perverso
Arropado con la locura
De un amor ausente
aapayés
Medito
Siento
Pienso
Y palpita en mi
Palabras
Que con el tiempo
Son letras
Y en segundos
Se transforma en versos
Hilvanar poesía
Un paraíso imaginario
Hecho realidad
Un sueño melancólico
Hecho vida
aapayés
Es medianoche
Solo,
Miro a la ventana
Al escuchar el ruido de una hoja,
Su caricia
Y
Su voz
Llena de melancolía
Susurró al viento
Cual silencio ensordecedor
De sueños
Un poema oscuro
En el opaco verso de mis deseos
Es medianoche
Y yo sin ti
Escribiendo
Un verso
Al silencio viento del olvido
aapayés
Que el tiempo
No defina tu grandeza
Que sea el diario acontecer
Del momento
Espontaneo y loco
De tus pasos
En la distancia
Como en el olvido
La memoria
Se vuelve necesaria
aapayés
Más allá de toda norma emocional
En el amor
Sedúceme con sabiduría
Con tu intelecto verso
De mujer
Leyendo un beso
El tiempo que nos queda
El tiempo que nos invita
A sentir
El aroma escrito de tu cuerpo
En los renglones del silencio
Y los pasillos seductores
Del destino
¿Seducirme?
Si con verte leer
Me seduces
Leyendo un beso
aapayés
Llevo conmigo
Una colección de sueños
Guardados
En el espejo de mi memoria
Es un laberinto de ideas
Un precipicio vacío de sentimientos
La moraleja no existe
Ni la arrogancia de creer en ellos,
Están vacíos
Son vacíos
Aunque los guarde,
Cada vez que sueño
Los olvido guardándolos
En mi lúgubre destino
Que no existe
Llevo conmigo
Una colección de sueños
Y los dejo descansar
En el taburete vacío de amor
aapayés
Acumular sueños
Sin pensar en ti
Leo los días y las noches
Y no encuentro
Los versos que trasciendan
Más allá
De un poema escrito en el viento
Se desvanecen las palabras
Aunque estén plasmadas
Con el alma
Acumular sueños
Sin ti
Menester placer del olvido
aapayés
Amo verte leer
Las novelas que siempre
Te hicieron soñar
Y ampliar esa sonrisa
Que anhelo ver todos los días
Que me dices te amo
Con un verso entre tus ojos
Amo verte sonreír
aapayés
En la soledad
Me desvanece la duda
Imparcial del sentimiento
Y corre en mi mente
Las sabias palabras de Máximo Gorki
《Dejad que la tempestad
nos golpee con fuerza》
Y me dejo llevar
Cual río rumbo al mar
La soledad me invita
A seguir siempre adelante
Cuando ya no estás conmigo
Y me invaden las dudas
Todas las tormentas
Y me enfrento a ellas
Cual batalla pusilánime
A combatir
Y estás tú
Luciérnaga fugaz
De mis pensamientos
Vivo en soledad desde siglos
Y sigo aquí, sigo allá,
Y naces tú
Como un poema escrito
Con los arbustos del sentimiento
Que invaden la tranquilidad
De la noche, del tiempo
La soledad es un poema de amor
Sin dar un paso atrás en las dificultades
aapayés
Escuché el sonido imaginario
De la campana huérfana
Que queda frente a mi regazo
Y la almohada enojada
Se desnudo
Gritándole al silencio
Que perforada la entrada
Al cuarto oscuro del alma
Y así
Con arrugas en las palabras
Sonaron las campanas
Del olvido
Y dictaron el verso
Que perforada la entrada
Un poema escrito
Con el sonido de la campana
De la vida
aapayés
No dejes perder
Esos momentos especiales
En tu vida
Con los que te acompañan
En las dificultades
Deja partir a ciegas
Esos malos pensamientos
Y vibras negativas de tu entorno
Acaricia con un beso
El amor de los que te aman
Y vuela con la mirada al cielo
Enarbolando el amor de tus sentidos
Abraza con cariño
Lo que eres
Con la armonía de quien te aman
Y la energía de tus sentimientos
Vibrando con el espíritu de tu ser
aapayés
Al hablar
Con el don
Que me concede el alma
Gimen las virtudes
Que un día
Se quedaron dormidas
A mitad del camino
En medio de la tormenta
Dibujando un río de sentimientos
Allí
Las palabras
Humedecen las tentaciones
Las virtudes
Se convierten en mariposas
Que transforman en versos
Llenos de colores
Llenos de ilusiones
Al hablar
Coqueteo conmigo mismo
Desde lo más profundo
Del sentimiento
Y tú
Allí
Ausente
Desnuda
Perpetuando tu cuerpo
En poesía
Al hablar
Hablo conmigo mismo
Cuál loco enamorado del silencio
aapayés
Suelo recitar tu nombre
A escondidas de mis tentaciones
Y las manos acarician
Tu ausencia en el espejo del tiempo
Y murmullo con mis pestañas
Los besos y suspiros
De tus pasos
Suelo recitar tus ojos
Con el fresco brillo de la mañana
Y el cálido sustento
Cantar de las hojas
Con el viento en primavera
Me sumerjo anonadado
Por la belleza de tu mirada
Y escribo en ella
Un verso de amor por tus pestañas
Suelo escribir
Los versos sublimes del alma
Acariciar tu ausencia espiritual
De un mañana imaginario
En las manos de la poesía
Y de la mano de tus cabellos
Suelo escribir
Un verso de amor por las noches
De luna llena
aapayés