Me sorprende
La alegría de vivir el silencio
Opaco y triste
Me dejo llevar por el
Efímero y lejano
Es la voz del alma
Que trasciende
Lo más mínimo
De poema enajenado
A la ausencia de la palabra
La alegría de vivir en silencio
Es un paso firme a la muerte
Manantial eterno a lo desconocido
Elocuente y voraz
Ante la adversidad
De la indiferencia
La alegría de vivir del silencio
Me conmueve el alma
aapayés