Oh
Que el dolor es un suplicio
Una malicia de la vida
Para acomodar el tiempo
Y el espacio en tus desdichas
Una oruga queriendo ser mariposa
Y una abeja queriendo ser libre
De su vida
Trabajando a diario por la reina
Y dejar ser del montón,
Ser libre
Ser abeja de la vida
Volar
Perderse en el espacio
Oh
Que el dolor es un suplicio
Acoger del tiempo
Un chocolate bajo de la lluvia
Y un té
En medio de la soledad
Frente a la ventana
Y contar las gotas
Que acarician el vidrio,
La transparencia de la virtud
Bebiendo en silencio el destino
En limbo del exilio
Hace mucho que me pregunto
¿Qué pasó de aquel soñador
De luchas encarnadas
En las manos de la verdad?
Oh
Que el dolor es un suplicio
Marginal amigo del olvido
Del olvido
Del olvido
Un beso y un adiós
Sin despedirse de nadie
De nada
Ni de la vida misma
Para vivir
Y ser el eterno gesto de amor
En el olvido
Oh
Que el dolor es un beso
Un beso
Un beso
aapayés