Inocuo mundo de la política

El mundo me pareció inocuo
Al ver pasar la limusina del presidente,
Somos el hazme reír del sistema

Inocuo mundo de la política

aapayés

El principio

Todo comenzó
Con una pregunta
Breve alocución de tu vida,
Y terminamos con un desorden en la cama,
Con el efecto agotador
Del momento

Todo comenzó con una mirada
Acariciando nuestros nombres
Con un ¡hola!

El principio de todo

aapayés

Mordiendo gritos

Subes
Suavemente
Y te ubicas en el rincón de mi inquietud
Piedad
Tensa la oración
Surge melancólica la melodía,
Y nace un verso
Subes,
Lentamente
Y te incrustas al lado izquierdo de mi pecho
Amor
Humedeces la palabra,
Y pulula por las venas
El color de la pasión escrita en tu cuerpo
Subes,
Bajas
Al ritmo elocuente de la vida
Del amor,
En tiempos de poesía desnuda en silencio
Jadeas,
Parpadeas
Y con tus labios
Mordiéndo gritos
Nacen las caricias
Desbordando la esencia de la pasión en carne viva
Subes,
Sudas
Humedecemos el momento
De un amor en tiempos de locura

Subes
Suavemente
Y lates en los dedos
Escribiendo versos
Con el latir huérfano de mis tentaciones

Un ir y venir
En las ideas de la noche
Del frío en tiempos de otoño,
Como encontrando refugio en la cama del pensamiento,
Y naces tú
Metáfora soñadora
De un verso coqueteando tus ojos
Al ritmo de tus labios
Leyendo deseos

Un ir y venir
Cabalgando la poesía de tu cuerpo
Mordiendo gritos

aapayés

Una sonrisa con la mirada entre tus piernas

Una mirada bajo el canto de la noche,
El silencio,
Me lo llevo arropadito en mi pecho
Con el, arroparé las mejillas de tu reposo,
Acariciaré
Tu silueta desnuda
Bajo la luna,
Suavizando el sueño

Una mirada
Con el deseo de morder tus labios
Deslizar mi lengua
En tus pezones
Y enjuagar tu oreja,
Erizar tu piel
Y morder tus pezones con mis labios,
Y rozar mis dientes con ternura

Una mirada firme y serena
En el momento de hacernos uno
Despacio, suavecito, lentamente
Abrigar mi sexo con tu cuerpo

Una mirada con el aroma de un te amo
En la cama de la tentación y deseo
De hacernos todo sin tapujos

Una mirada en reposo
Merodeando los espasmos del encuentro,
Un beso
Y una sonrisa entre las piernas,
Antes de caer rendidos 
Disfrutando el momento

Una sonrisa con la mirada entre tus piernas

aapayés

Apócrifos detalles en tus sentimientos

He querido los sueños
Que me sonríen,
Cuando siento vivir
Y doblo mis rostro en el escritorio,
Y escribo versos torcidos por las circunstancias
De un apócrifo momento de ternura
Acogedor silencio
Antes del insulto asolapado de la ignorancia

He querido ser el sol de tu tristeza
La felicidad de tus pasos
Y el anhelo de compartir la luna en tu silencio

Un verso a orillas de tus caderas
Y un acento perdido en los pezones de tus deseos

He querido ser
La poesía de tus labios
Y el desayuno de tus despertares
Un café en las mañanas
Y un cigarro terminado en tus dedos

Pero soy
El hazme reír de mis adversarios
Apócrifos detalles en tus sentimientos
Un asteroide en tus ojos

aapayés

Papillon

La soledad
Es ese silencio inmaculado
Que se regocija con los recuerdos,
La nostalgia anónima
Las conversaciones que trascienden
Y se incrustan en lo mas profundo del alma

Escuchó
Cada una de mis palabras
De mis anécdotas,
Con cariño me incline a su reverencia,
Y con el aleteo del viento
Las ventanas bailaban, al ritmo elocuente de la noche

Me senté
Y sin parpadear los labios
Torcí mis dedos
Y se escucharon los versos
En el silencio

Se quedó
Alimentando la compañía de una charla amena
Y al terminar,
Me miró,
Y se marchó
Como había llegado,
Por la ventana

Tomó su vuelo
Y aleteando se despidió
Con el adiós entre sus alas,
Sonriendole al destino de su partida,
Un papillon acarició la noche

La soledad
Es auténticamente silenciosa 
Al escuchar,
El tiempo de tu presencia

aapayés 

Tu boca me provoca

Ese gerundio tentador de tu boca
Me provoca
Siempre que te escucho pronunciar
Los versos cómplices de amor,
Me enamoras
Amar, amando andamos
En este juego de versos
Me quedo sumergido en tus gerundios

Tu boca me provoca

aapayés

Una copa de vino al revés

Miro la moche
Y solo apareces tu,
Dibujando estrellas en las mañanas,
En las tardes coqueteandole al sol,
Por las noches
Enamorada de la luna,
Brilla
Como el cuerpo desnudo de tu presencia

Miro la noche
Su siempre apareces tú

Una copa de vino al revés
Una luciérnaga desnuda
Ocultando su brillo, sin vuelo

Miro la nocche
Su solo te veo a ti 

aapayés

Sintonizando poemas

Voy a disparar sonrisas
Al viento,
Para contagiar el tiempo

Los arboles bailarán
Al ritmo espiritual de la vida,
Genero humano de la inocencia,
Una mano amiga
Dirigiendo la armonía de un soneto
Escondido en los arbustos del silencio

Voy a disparar versos de amor
Por el sendero del destino equivocado,
Para contagiar de esperanza el camino
De un desconocido,
Sintonizando poemas
De un amor incondicional a la vida

Me uno al ritmo
Vals de los árboles acariciando el tiempo
Con las hojas abrigando caminos

aapayés

El grito del amor en la cama

La ingenuidad de las aves
Me trastorna,
Es ver volar las ideas
Y acariciar el cielo con las palabras,
Me conmueve la alegría de tus piernas
En la cama moviendo tus encantos,
Que vuelo es ver tus emociones
Y tus espasmos abriendo los deseos

El grito del amor en la cama,
Es como agitar el trueno en la tormenta,
Que paraliza el momento
De seguir escuchando tus tentaciones

Esa ingenuidad del beso
Es el vuelo del ave
Descubriendo espacio en el cielo

Tu sonrisa perfecta
Contagia el momento, a dos

aapayés

Mendigo astral

Tengo en la mano
Un silencio escondido
De tanto sacrilegio escrito
Con la mirada obsoleta del amor,
Mendigo astral
De un mundo inexistente en el universo
Del pensamiento

Tengo en la mano
La memoria marchita del pasado
De ti, piropeando a las mariposas
En el espejo de tu despertar

Tengo en la memoria
La mano extendida a ti,
Para acariciar la verdad del tiempo

Tengo en la mano
La memoria partida en mil pedazos de hormigón
Acorralando la verdad llena de ternura

Tengo en la mano
Los labios humedeciendo tu nombre
Con el cigarro
Fumando la vida

aapayés

Lo que nos queda por vivir

He vivido todas las atrocidades
Habidas y por haber
En esta santa tierra de penurias,
He vivido la muerte
Las torturas,
Vejámenes inimaginables
Persecución política
El abandono
La perdida de padre
El olvido, el exilio

Pero lo que he vivido contigo
A pesar de las dificultades,
Ha sido lo mas hermoso y trascendente,
Casi diez, tan solo es el principio de todo

He vivido contigo
Lo que vale la pena disfrutar

aapayés

El amor en tiempos de dificultades

No importa la ironía de tu presencia
Serás lo que siempre has querido ser,
Al margen de toda realidad
Que contamina la ausencia,
Un ir y venir por aquí por allá
O por el equilibro de un beso

Serás la idónea manera de amar
De idolatrar las tentaciones de un espantapájaros,
Que suaviza su ideal
Con ver a las aves volar,
Asustadas de su despertar

Serás cuento
Leyenda en el universo
Una estrellas fugaz
O la luna,
Iluminando 
La terquedad de amar
En los momentos aciagos de un atardecer
Lejano a ti
A mi, por las orillas del mar,
La playa humedece los pies
En un andar por las tentaciones de la lectura

Serás el amor autentico
Del día y la noche por el resto destino

No importa la ironía en tus palabras
El amor es real en tiempos de dificultades

aapayés

Acariciando tu sueño

Tropecé
Sin ti
Y con el anhelo de sonreír al silencio,
Pero no estabas
Y me quedé dormido
Acariciando tu sueño

Tropecé
Queriendo llagar a ti
Sin saber que estabas en mi

Duerme
Y vuela
Como las nubes
Al ritmo del viento
Acariciando las dificultades

Mi mano está dibujando tus sueños
Y mis versos pinta el aroma de tu silencio
Duerme, duerme, duerme

aapayés

Mario Arriola (Leoncito)

En puño
Tengo la memoria escrita
De un pordiosero,
Poeta y vagabundo de la utopía,
Una mezcla del Quijote
Con la historia de un molino de viento,
Que se lleva al infinito la lucha
Por la emancipación escrita con sangre

Cargo en mi pecho
El rojo y el amarillo del pueblo
Ardiente y fervor pregonero de la palabra

Tengo en mi puño
La voz de Leoncito
Compañero juvenil de la lucha revolucionaria
Con solo 15 años en su andar,
Asesinado por los escuadrones de la muerte en El Salvador
Él compañero del internado
Hermano,

Tengo en mi puño izquierdo
Su memoria activa y consecuente
Llevo en mi pecho a Leoncito compañero
Y su presencia en cada paso de justicia

Tengo la memoria marchita sin su presencia
Mario Arriola (Leoncito)

aapayés

Desnudamos la palabra

Y de repente
Nos pusimos a jugar con la boca
Y con nuestros labios,
El morbo apareció en los ojos
Y en las manos
La suavidad de acariciar
El sexo escrito en el cuerpo del pecado,
Desnudamos la palabra
Y se hizo poesía
En el paladar de nuestros besos

Y nos encontramos en la cama
Abriendo libros de amor por las paredes,
Bajo las sabanas obscenas
Del miembro erecto en la poesía,
Literal y liberal
Surgieron las caricias
Por el vaivén de nuestros cuerpos

Y nos hicimos uno a uno
Nos enlazamos,
Arañando poros,
Gimiendo pensamientos,
Y las fantasías
Se volvieron realidad,
En la cama del hotel contiguo
A tu almohada entre tus piernas

De repente nos hicimos uno al otro
Leyendo los poemas prohibidos
En los libros abiertos al deseo

aapayés

Dejémonos de mierdas y seamos putos

Seamos cuerdos y buenos
Dejémonos de mierdas y seamos putos,
Seamos miserables en el amor
Odiando las buenas intenciones
Y pisotear la ternura en el laberinto autentico,
Con la miseria humana

Seamos cuerdos y buenos
Sanos con malas intenciones
De joderle la vida al prójimo,
Matutino sentimiento de una hemorroide en tus ojos,
Digo en el culo

Seamos cuerdos y sanos
Mediocres

aapayés

Versos de tus caricias

Quiero ser
El sueño de tu reposo
Y el despertar de tus deseos

La lluvia humedece
Las miradas de un te amo,
Desnudos frente al cielo literal de la tormenta

Jubilo erguido
Frente a tu cuerpo desnudo
Del verso pubis de tus pasiones
Escritas en los labios de tus deseos

Quiero ser
La poesía de tu despertar
Y los versos de tus caricias

aapayés

La nostalgia acariciando versos

Tengo en mi pecho
Los gritos de un silencio acorralado,
No deja de soñar
De sonreír a las dificultades
De un sombrío pensamiento,
Que alborota las tentaciones
De un aventurero,
De vinos,
Deambular por las noches
Por los pasillos secretos del deseo
Del sentimiento arrugado por el tiempo

Tengo en mi pecho
La nostalgia acariciando versos,
En la librería abandonada
Huérfana en los pasillos de la ciudad,
Me detengo y guiño una sonrisa,
Con la poesía dedicada a ti
Coqueteando 
Una caricia de tus recuerdos

Tengo en mi pecho
Nostalgia
Esta noche de sentimientos

aapayés

Recordando tu nombre

No dejo de sonreír
Recordando tu nombre,
Tus labios articulando poemas,
Muda lectura en los senos de la poesía
Con lo más real de mi vida

aapayés

Esperando un abrazo de la vida

Encontrar la respuesta
Cerrando la puerta a las preguntas
A la vida
Que nos castiga y acaricia,
Con esa mirada infantil del tiempo,
La muerte toca a mi puerta
Y abro ingenuo
Con la inocencia de un niño
Esperando un abrazo de la vida

Encontrar las respuestas
Cerrando el grifo de las dificultades
Como esperando el frío de otoño,
Y los colores floreciendo montañas,
Con el invierno empapado de blanco,
El silencio

Encontrar las respuestas a todo
En el tiempo inmaculado de la vida

aapayés

En las paredes blancas de la vida

Cómplice de ti
En mi
Sin saber por qué, o cómo
Me deslindé de una historia solitaria
Caminando por los renglones torcidos
De una biblioteca sin techo
Abrigando los mejores libros
Tu nombre,
Tu apellido,
Tu sonrisa,
Tu cuerpo,
Tus piernas caminando
Marcando el ritmo obsceno de mis deseos

Cómplice en mi
De tus manos acariciando libros
Teñidos de amor
Y de aventuras ingenuas, escondidas
En las paredes blancas de la vida

Un beso arrugado
En el portón de tus piernas
Esperando ser planchado con los labios
Mojados con la lengua de la lectura

Cómplice en todo
De ti y a por ti
Sin condiciones en el amor y el placer
De complacerlo todo
Sin tregua y sin medida

Cómplices leyéndonos el mundo
Al revés
            Tú y yo

aapayés

Durmiendo en el sofá de mi silencio

Yacen las palabras
En el escrito obsceno de mi silencio
Absorbe,
Bebe,
Bebo,
Y me despliego como el agua en mi interior,
Balbuceo incierto en las letras,
Y la literatura se hace añicos
En los renglones heridos de la nostalgia,
De la tristeza
De la alegría
Del deseo agónico

Solitude ingenua e imaginaria
En los renglones heroicos del placer,
Una solicitude torcida de amor
Catapulta la literatura en el interior de tus pupilas,
Púlpito arrogante
De un poeta imaginario
En la habitación de un manicomio
Persiguiendo a las estrellas
Que pululan en el abdomen de mis sueños
Deseos torcidos
En el universo inocuo de tentaciones

Yacen las palabras
Durmiendo en el sofá de mi silencio

aapayés   

En los orificios de tus secretos

Sobredosis de ti
De un beso en carne propia
De tus labios humedeciendo tentaciones
De un mordisco inesperado en tus pezones
De un susurro en tus oídos
Sin decir una palabra de sentimientos,
Solo deseo y placer desenfrenado
A la locura sexual del momento

Sobredosis de ti
En todo el sentido de la palabra,
Sexo,
Lujuria,
Y placer a piernas abiertas
Con las manos acariciando todo,
Descubriendo todo,
Y haciéndolo todo,
Con sobre dosis de amor por tu cuerpo

Sobredosis de amor por ti
El tiempo que dure la erección de sentirte toda
De hacerte todo
Que me hagas tuyo a tu manera,
Sin prejuicios y sin tapujos
Por hacer de nuestros cuerpos
Dos volcanes en erupción
A cielo abierto
En los orificios de tus secretos

Sobre-dosis de ti
Sobre-dosis de mi

aapayés 

Jeroglíficos absurdos

Me quedo con la memoria
Huérfana  de amor, 
Diáfana

Me quedo con el horizonte del tiempo
Y con la agonía de un suspiro,
Para no perder la esperanza

Jeroglíficos absurdos 
Y absueltos versos en las caminatas
Bajo el sol despierto
Y soñando a veces
Con la suavidad de las nubes
Antes de una tormenta aislada en la montaña
De un poema entre comillas

Me quedo con el origen de la historia
Atea,
Racional pensamiento
Evolución del tiempo

Me quedo y me duermo en tus pechos

aapayés

Moraleja de un letrero anónimo

Al escribirte

¿Qué hora es donde estas?
La noche fría que apenas comienza
Sin nombre y sin gritos en las calles
Mudas,
Silenciosa tentación para escribir,
Una carcajada en Re bemol menor,
Un laberinto de ideas
De palabras escudriñando emociones,
Crear y plasmar una idea
De un silencio agotador,
Por el día que agoniza
Y por el otro que renace
Y por el verso enquistado en las entrañas,
Antes de parir emociones

¿Qué hora es donde vives?
El mismo horario lejano, nos acerca
Nos aproxima al sueño esperanzador de vida,
Tú allá
Y yo sin ti
Yo aquí
Y tú sin mi

Moraleja de un letrero anónimo
En las cercanías de tu alcoba

Duerme compañera duerme
Que el horario
Pronto cambiará

aapayés 

Tu cuerpo escribiendo tentaciones

Una imagen que deambula
Tierna
Con el silencio en sus cabellos
Y la lluvia adornando tus piernas

No dejo de beber los sueños
Cada noche
Cada silencio
Acomodado en la almohada

Una imagen deambula
En las venas de mis deseos
En los ojos de mi lectura
Mujer

Una imagen que me invita
A seguir soñando junto a tus encantos
Y defectos en la cama
En la casa

Una imagen recorre mis deseos
Tu cuerpo escribiendo tentaciones

aapayés

Poesía inmaculada del pensamiento

El intervalo imaginario
Que existe entre tu y yo,
Es la distancia del deseo
Oráculo de un amor verdadero
Y perentorio en el tiempo

Perentorio en el tiempo
De la vida consagrada a ti,
Poesía inmaculada del pensamiento

Golondrina sedentaria
En los atardeceres de un teatro repleto de ideas,
De cantos, de sinfonías
Del canto gregoriano,
Enquistado en el cubículo insonoro
De la poesía,
Solicitando armonía en las palabras
Expresadas con los labios
Amordazados al deseo

El intervalo imaginario
De un amor autentico,
Sin sentido y con sentido
Aroma
De la tentación marchita en el jardín
De las dificultades

Un amor golondrina
En el cielo de tus besos

aapayés  

Con las canas adornando la existencia

Te ofrezco la tentación de amarnos
De ser excepcionales seres humanos
Con nuestros errores y aciertos,
Con la esperanza amarrada
En nuestras manos
En nuestros paso

Rompiendo paradigmas retrógrados
De un amor obsoleto,
De un amor de mercado por vivir
Rompiendo las matices cursis
De un 14 de febrero

Te ofrezco la vida y el tiempo
Con las canas adornando la existencia

Amor,
Nada es imposible
Conquistemos el mundo
Y seremos eternos de creer en nosotros

aapayés

Una minúscula imagen de amor

Callo
Por qué al callar
Medito en silencio la nostalgia,
Del energúmeno pensamiento de vivir
Sonriéndole al escarabajo
Que deambula con sobredosis de pasión
Por el jardín del tiempo

Callo
Una minúscula imagen de amor
Qué trasciende la luz de la luna
Hacia la claridad de la noche en tu almohada

Callo
Para regocijarme con la soledad
Y hacerle cosquillas
Al verso del silencio en el amor

aapayés