Blanca como el terciopelo,
—Ternura que acaricia el alma—,
Cuando pienso en tu reflejo,
La luz se vuelve una calma
Tu voz es trigo en el viento,
Miel de abril entre la bruma;
Tus manos, ese silencio
Que convierte el tiempo en pluma
Si la noche me pregona
Su canción de despedida,
Nombro tus pestañas
Faros de mi luz perdida
Y aunque el mundo sea un muro
Frío, ancho, sin ventanas,
Tú serás el terciopelo
Que me enseña a ver mañanas
El otoño lo hago mío
Como el frío que me abriga
A pesar de tu calor
Terciopelo blanca de ternura
aapayés