Maquillada a piel morena
Y vestida a mil por hora
El peso del tiempo
Cubre tus homilías de pasión equivocada
En el abismo de tus hombros
Recién descubrí las montañas
Coloreadas con tus poros
Perfecto mundo ingenuo
Que siembra a ciencia vida.
Imagen de tu cielo
Que me invita a ser
Sincero malabar con los tinteros
Rumbo al claroscuro reino
Carpintero de mis sueños
Recién encuentro la ternura
En el siniestro saludo de tus cabellos
Acuchillando una silueta
En tus verdes sentimientos.
Por cierto que el asfalto
Queda bien a tus escombros
Centinelas paraíso
Dormitorio de tus uñas,
Con ellas puedes esculpir la saliva
Y deleitarte bebiendo abejas
Endulza pues tus emociones
Bebe,
Bébelas y ve con ellas
Al trasiego peligroso
Sentimiento de tus pechos
Recién mutilé mis versos
Con ellos hice añicos
Mi deslucido entendimiento
Que invadió después el beso de la historia
Marchitando el asfalto de mis ojos
Derretido en esta monocroma
Soledad que me concierne
Recién, ahora, rasgo
Las lágrimas moribundas
De mi alma
aapayés