Microbiografía de Adolfo Payés

Bertolt Brecht

Bertolt Brecht

domingo, 28 de diciembre de 2014

Musa eterna de mis piensos, de los tuyos..










Un recuerdo
Aliento oprobioso de tus pasos,
Que importa
El amor que brilló tu alma cuando fue
Lo ilumina el sol en tu vida

Me quedo aquí, allá, por doquier
Esperando acariciar el vino,
Alcohol de tus labios, el humo de tu silueta
Balanceando pasos distorsionando el tiempo
Me quedo esperando para verte, verlos
Días, noches calcinando la poesía en llanto, canto
Días, noches esperando el sonido, lucero de la vida

Síntesis

El purgatorio del hogar y familia, mi todo,
La pantalla se convirtió en la puerta al infierno
Al cielo
Al mar
A la luna iluminando el alma, la vida,
Al amor, sexo, morbo

Proscenio

Se transformo
En el pan nuestro de cada día,
Soñando conquistar el mundo con su presencia, tu presencia, 
Tan puro y casto que me abrigó siempre

Utopía 

Cuanto me entregue a tus palabras,
A tus versos, a tu poesía,
A tu bohemia, a tus locuras, tus vivencias,
Tus gritos, tus crisis desenfrenadas en las noches
Distraída en el carrusel del vino
Empapada de tus versos
De tu amor, de tu esencia, almohada tu secreto, mi silencio

Bohemia

Eres arte vivo
Musa del cielo y el infierno
De los ángeles y demonios
De las putas y las santas, del vecindario loco
Del bullicio espectacular de los disparos
De la quietud y de la violencia coloquial del crimen

Musa eterna de mis piensos, de los tuyos..

Eres
En esencia bohemia vida de la lectura,
De la poesía, de las escrituras
Intelectual y calculadora marginal

Madre 

Eres
Marginal-mente excelente
Marginal-mente lucida

Natural-mente marginal en el amor
Marginal-mente única
Marginal-mente verbo y luz

Eres
Marginal-mente amante
Aniquilando sentimientos,
Desgarrando el llanto mas profundo
E inimaginables en el amor
Marginal-mente pulcra
Virtud escrita en tus palabras y deletreadas en tu rostro
En tu mirada, en tus manos y en tus piernas
 

Eres  todo,
Vagabunda impura y pura de la vida, de mujer compañera

Me quedo en este oscuro frío y callado invierno del norte
Para escribir, para vivir
La tormenta explicita del destino 
Para convertirme en el estiércol de lo que soy
Asesino de tu amor


aapayés