No escuchaba la tormenta
Hasta que encendí
La luz de la biblioteca,
Un muro de libros
Iluminaron la imaginación
De escribir un verso
Con el vuelo de las luciérnagas
Que danzaban al ritmo de las páginas
Deletreando
La poesía de la vida
Y así pude escuchar el trueno
De un resplandor
Iluminando las letras
De un verso desnudo
En la pared de mi sentidos
Escucho las gotas de la lluvia
Y eso me hace latir
La idea de ser un verso entre tus piernas
aapayés