Entre la luz y la sombra
Que me acompañan desde niño
Hay un hilo que une el silencio
La muerte hilvana soledades
Y el camino enlaza tempestades
La sombra es mía
El cuerpo la dibuja
Y le da el ritmo celestial
Al inaudito mundo del tiempo
Me aferro terco y soberano
A la sabiduría de la soledad
Entre el infierno y el cielo
Me renuevo cada vez
Que la locura me desnuda
Y me entrego ciego y mudo
Al universo incipido de la elocuencia
Sin saco y sin corbata
El traje me denuncia
Al inmudo de las catacumbas
Desleal y fiel al infierno
Entre la luz y la sombra
Me convino a seguir viviendo
aapayés