No he tenido la solvencia
De ser un lucido en el amor
La barbarie escrita me corroe
Y conmueve el alma
Ese interior imaginario
Que nos vuelve cada día locos
Ingenuo
¡Si!
De esos poemas románticos
Que nos alimentan
Cada día y noche antes
De escribir
Un verso en el paraíso
Olvidado por la vida
Lo cotidiano
Amorfo y sutil macabro del olvido
aapyés