No pido que camines,
El camino de la discordia en mi memoria,
Hace mucho que dejó de ser carroña
Los versos ocuparon el lugar
En el momento preciso de la tortura
No pido un ápice de comprensión
Por un verso doblado mal escrito
En las hojas literaria de mi cuerpo,
Mis labios no describen la tentación del aliento
Al aferrarme a la vida cómplice de mi silencio
No pido un aliento solidario
Las hormigas me hacen cosquillas
En cada poro literario,
Los puntos y comas sonríen a carcajadas
En cada pétalo conquistado
Un adiós sin aliento,
Preciso instante de morir
Tiene mas resistencia por la utopía,
Que un grito en la calle
En plena lucha solidaria
Un adiós sin despidos
aapayés