Un café en la alcoba de tus labios
Un guiño en el beso de tu pubis
Un abrazo inquieto en el gesto de tus piernas
Y un manantial de caricias en la entrada de tu alma
Un café en la cama de tu cuerpo
Te lo entrego en la ventana de tus ojos
Denuda en el pasillo de mis labios,
En mis lubricadas tentaciones de sonrisas
Y en los espasmos de tus pechos
Un café en la sala de tu encanto
Con canela bebiéndome tu esencia,
Con tus manos me alborotas mis cabellos
Y presionas con firmeza hacia el centro de tu piernas
Un café en el cielo de tus pechos
Una charla confortable en el lecho de tu cuerpo
Un café mañanero en la ventana de tu alcoba
aapayés