Sonrío a carcajadas
en los redondeles de tu ausencia,
mientras un sol radiante
escucha a lo lejos
el cantar inolvidable de tu belleza.
Avanzas hacia mí
con tu imaginación perfecta,
esa forma del amor.
¡Qué abrazo!
¡Qué beso!
¡Qué brillo tan audaz el de tus ojos,
enamorados del destino!
Y yo,
enamorado de tu silencio,
fugaz manera
de escapar de esta soledad marchita.
De ese amor auténtico
que no dice nada:
ni un "te amo",
ni un "te quiero".
Solo tus gestos mudos,
que enarbolabas en silencio,
acariciando ausencias.
Sonrío a carcajadas
y me derrito pensando en ti,
en el redondel de mi silencio,
lleno de amor por ti.
Besos.
aapayés