Ese olor a café recién hecho
A solas
Aquí los muertos
No llevan reloj
El tiempo es una tela
Que las polillas devoran.
Las lápidas espejos sin memoria
Guardan reflejos de sal
Y risas ahogadas.
Si pones el oído en la tierra,
Oirás a las raíces
Tejer abrazos al revés.
Dicen que de noche
Las flores repiten
Los nombres que los vivos
Ya no se atreven a pronunciar.
Y en el aire queda
Ese olor a café recién hecho
Que nadie alcanza a beber.
aapayés