En las manos de la memoria
Existen trozos de imágenes perdidas
Que trasgreden la palabra
Los versos son parabolas
De siglos pérdidos por el camino
De las montañas distantes de la palabra
Hay tantos, hay muchos
Que sonrojan sin decir nada
Pero se deslizan
Maquiavelicamente
Por las paredes de tu cuerpo,
Imaginario y desnudo
Para comerlo a besos
Y morir en el
Derrochando toda la imaginación
En el cuarto oscuro de la poesía
Y estas allí como siempre
En la imaginación perpetúa
De las manos abiertas a ti
Poesía inmaculada de mi sentir
aapayés