Los libros que leímos
Me invitaron a leer tus labios
Camino al encuentro
En la esquina de nuestros versos,
Me convidaron a leer tus ojos
A leer tu alma
A leer tus manos,
Y encontré mis manos
Hojeando la poesía de tu cuerpo
Leyendo la ternura de tus besos
Los libros me brindaron tu esencia
Y te leí en silencio
En la librería de un amor eterno
aapayés