Escuche el canto torcido de la alondra
En mi cuarto,
Escondida en los escombres de los recuerdos
Maniatada al llanto eclesiástico del deseo
Murmullo silente y opaco
Ilumino la ventana, esculpiendo memorias
En el llano fértil de la vida
Escuche el canto torcido de la alondra
Suspirando lagrimas
Enarbolando plumas de color llanto
Escuche el vuelo ausente de la alondra
Perdida y taciturna
Con su canto torcido de angustia
Entone el beso color tuyo
aapayés