-Mañana
Las flores abren sus corolas al sol
Pequeñas bocas que tragan luz
Las lápidas, mudas pianolas,
Guardan canciones
Que sólo el musgo sabe tocar
-Tarde
El viento hojea los nombres
Como un libro mojado.
Cada sílaba es una semilla
Que el tiempo planta
En el huerto de los olvidos
-Noche
Bajo la luna líquida,
Las sombras tejen
Sudarios de aire.
Las flores ahora con dientes de plata
Mastican silencios.
-Madrugada
Fantasma de tinta y café frío,
Lees las estrellas
Como si fueran
Las líneas de su mano
Que ya no puedes tocar.
Y tú,
Que viniste a sembrar adioses,
Cosechas sólo
El eco de tu voz
Rompiéndose
Contra el mármol
El murmullo del adiós
aapayés