Un segundo es un río
Que cruza mi pensamiento,
Y en su corriente te atrapo,
Pez de sombra y relámpago.
Te hago mía en la orilla
Donde el tiempo desnuda
Su mentira:
No hay ayer ni mañana,
Sólo este instante,
Tu cuerpo escrito en el aire.
Allí estás tú,
Desnuda como un verso recién nacido,
Como la lluvia
Cuando besa la tierra
Y la vuelve lenguaje.
Mis manos son pájaros
Que beben de tu piel,
Que trazan mapas
En la geografía de tu espalda.
Tus pezones, dos sílabas
De un alfabeto antiguo,
Que mi boca descifra
Y mi lengua deletrea
Y tu sexo,
Poema húmedo y secreto,
Donde mi nombre
Se pierde y se repite,
Como el ritmo de las olas
Al devorar la playa
Un segundo es un río
Y yo me ahogo en él,
En esta sed que no termina,
En este fuego líquido
Que nos quema sin cenizas.
El tiempo no existe:
Sólo tu cuerpo,
Sólo este poema,
Sólo el hambre
De comernos la eternidad
A mordiscos.
aapayés