Con el capricho demoledor
De la tristeza,
Me alejo de la alegría,
Del llano amargo, de la derrota,
Del gesto ignorante
Del silencio.
Me precipito, audaz,
A la discordia.
Me desnudo en la noche
Bajo el brillo celestial
De la luna.
Un guiño murmura su silencio,
Se deja llevar a escondidas
En las peripecias del destino.
Y sonrío a solas,
Bajo el brillo de la inocencia,
Bajo el capricho de la tristeza
Bajo un amanecer
A la orilla de la cama,
enamorado de tu belleza.
Con el capricho demoledor
De la tristeza,
Sonrío con la carcajada en las manos
Y los besos en el bolsillo
De la conciencia.
Y me dejo llevar,
Literalmente,
Por la poesía en mis labios.
aapayés