He estado al borde el abismo
Tantas veces
Que solo encuentro
Un gesto de amor
En mis venas
Ese latido perfecto
Que me acompaña desde siglos
Me ilumina
La necedad de seguir
A pesar de siempre
De todo
De ese ingenuo momento
De sentirse perdido
Frente a la inundación
Del olvido
Y no es para menos
Saber que en las venas
Existe
Ese pulso que deletrea
Vida
Amor
Por uno mismo
En el abismo de ausencias
En ese abismo
Me envuelvo todos los días
Y sigo aquí
Con la terquedad de creer en mi
aapayés