El color de tu mirada
Ya no es la misma,
Que iluminaba de ilusión
Tus palabras,
Y enarbolaba de versos
Tus caricias,
Y tus labios
Humedecían de tentación
La poesía,
Que juntos escribíamos
En silencio
Un relámpago imaginario
Hizo brillar tu presencia
En la cúspide poética
De una caricia virtual
El color de tus pasos
Dejaron de ser auténticos,
Pinto la ternura abandonada
En la maceta del jardín
Inundada por la lluvia de invierno
Los colores de tu presencia
Dejaron de ser poesía
aapayés