Súbitamente
Nos hicimos cómplice de lo prohibido
Lucubramos tentaciones
Y las fantasías se volvieron rutina,
El amor del pecado original
Se convirtió en esencia del placer,
De la pasión escrita
Al verbo, endilgando deseo
Susurros eclécticos, morbo de la palabra
Obsceno,
Tentación acumulada con el placer del tiempo
De vivir la fantasía, de ser protagonistas
De nuestros propios deseos y pecados
Súbitamente
Nos hicimos cómplice de lo prohibido
Besando el amor en tiempos de abstinencia
aapayés