La ocurrencia de mi vida
Fue creer que existo,
Un día frío y monótono como de costumbre,
En el anonimato estéril de mi elocuencia,
Conversé con el viento,
Con el ave, que se carcajeaba frente a la ventana.
La miré y in mediar un pestañeo,
Sonrío y se dio a la fuga,
Así como llegó a la ventana
La ocurrencia de mi vida
Fue creer que existo
aapayés