La luz que ilumina mi ventana
Gritan tu nombre mis pestañas,
Una lagrima fluye de la nada
Bajo el brillo opulento del sol
Iluminas cada segundo del día
Testimonio cristalino de tu cuerpo
Frágil y desnudo en reposo
Esa luz, es la que engalana la mañana
Los días sin ti son escuálidos,
Y las noches frías sin tus cabellos en mis manos,
Son la epidemia de mis dolores
De mis credos vacíos, sin tu presencia
Eres la imagen perfecta del sol
Iluminando el camino a la vida eterna de amor
Grito tu nombre en mis pestañas
Congelo mis lagrimas en silencio
Margino la sombra y eres luz de mis días
aapayés