Me encanta la soledad
De tu presencia,
El silencio obtuso
De tus palabras,
La sonrisa amorfa
De tus labios dulces,
La textura muda
De tu cabellos,
El andar mezquino
De tus ojos tiernos
Me quedo con la soledad
De tu presencia,
Momento espiritual de tus caricias
Ingenua tentación de mi derrota
Me quedo en soledad sin tu presencia
Como el pan fruto de cada día,
Oración perpetua de un amor sin miedo
Sin tapujo al desconcierto aterrador del silencio
Aroma proscrito en la poesía
Versos soslayando tentaciones mal escritas
Me quedo en la literatura abyecta
De un amor oblicuo
En las veredas del destino
Del destierro vivo,
Exiliando ausencias
Me quedo con el canto ingenuo
Del amor ausente
Me encanta, la soledad de tu presencia
Perdido aliento de un abrazo sin retorno
aapayés