Ese ruido obsceno de tus ojos
Es el que enamora,
Al sentirlos con tentación
Y al escucharlo con emociones
Sueltas tus manos al infinito
Abrazas el universo con tus piernas,
Desgarras tus entrañas de placer
Y ruges con dulzura, el saber
Abres tu boca disparando poesía
Y con tu lengua humedeces el deseo
aapayés