He llegado a la conclusión
De que el armagedón de mi tentación
Es un dios ebrio jugando gratis en línea,
Donde las fichas son mis huesos
Y la única palabra válida
Es mediocridad.
Recíproco es el amor:
Dos buitres disputando
Un arcoíris en si bemol menor,
Mientras el piano de la discordia
Afinado con cuchillos
Toca solo en la habitación del suicida.
Hemos concluido, querido enemigo,
Que tú y yo somos el chiste mal contado
Que Safo le susurró a Baudelaire
En un burdel del infierno.
Si nuestros labios se encuentran,
Será para escupir versos falsos
En el oído de la musa sorda.
He llegado a la conclusión
De que el armagedón de mi silencio
Es ese beso que olvidamos
Entre los recibos sin pagar
Y las pastillas sobrantes
En el cajón del escritorio.
Si alguien lee este poema,
Ojalá sea un error de imprenta,
Una mancha de vino tinto
Simulando un corazón
En el contrato de un pacto diabólico.
He concluido que la dinámica del alma
Es una noria oxidada
Girando al ritmo de risas ahorcadas.
aapayés