En los escusados de la soberbia

Y esa ilusión de amarnos

Se esfumó en un segundo

Maquiavelica tentación 

De un amor imperfecto 

En los escusados de la soberbia 

Lancé la primera piedra 

Y se rompió la luz 

De la ceguera que oscurecia 

El pensamiento 

Hoy me arranqué el corazón 

Y lo hice añicos 

Y se hizo pequeño 

Volvió a ser niño

Inocente corazón perfecto 

No siento nada

No quiero nada 

Más que jugar con las estrellas

Y perderme infinitamente 

En el silencio del universo 

Ser nadie

Ser simplemente yo

En la inmensidad del tiempo

Me queda poco, lo sé 

Pero quiero ser siempre

El niño que dejé de ser 

El día que supe que iba a morir

El día que comprendí 

Que la muerte es nuestro destino 

Y esa ilusión de amarnos 

Dejo de ser una fantasía 

aapayés

Incólume razón delirar por ti

Que la soberanía de tu amor 

Me embriague la desnudez

De tus palabras 

Para escribir el cuerpo 

Erguido de mis deseos 

Que me inunde de emoción 

Tu presencia 

Y apacigue la tentación 

De escribir un verso 

En el corazón de tus labios 

Incólume razón delirar por ti 

Pensar en ti 

Sentirte en mi 

Los momentos que más 

Deseo escribir un poema de amor

En las tinieblas de la soledad 

Que la necedad de amarte 

Me deje llegar a ti 

A pesar de la distancia 

aapayés

Dame un instante de vivir

Dame un instante 

Para escribir

Un beso de amor 

En tu silencio 

Sin una palabra 

Solo el aliento fresco de tu boca

Y un apasionado beso 

De tus ojos 

Que tus labios 

Acaricien mis deseos 

Y los míos 

Se humedezcan

Con el espasmo de tus piernas 

Agita si mi rostro 

Y aviva en mi 

El deseo de comer 

Tu cuerpo 

Dame un instante de sentir 

Tus pechos 

En mis labios 

Acariciando tu sentido

Un segundo de amor 

Para vivir en tu pecho 

Eternamente enamorado 

De tu presencia 

Dame un instante de vivir 

En ti

aapayés

Parodia emocional

Un aleatorio sentimiento 

De alegría 

Invadió mi espacio 

Ese que deambula ciego

Desde hace un milenio 

Me desnudo 

Y me derrito ante el calor

De la imaginación, 

Para poder ser feliz

Parodia emocional 

De la locura 

aapayés

Mis deseos y tentaciones

En la amargura del silencio 

Me habituo  

A seguir imaginando 

A la orilla de la noche

Las caricias que 

No nos dimos

El día que hicimos el amor

Sin decirnos nada 

Hablaron nuestros ojos

Nuestros labios enmudecieron 

Y nuestros cuerpos 

De alinearon

Con la armonía del deseo 

Entre tú y yo 

Existe mucho más 

Que el deseo de acariciar la vida

Hoy no hablamos más

Pero al verte cada día 

Intensifica la idea

De amarte 

Un día más sin decir nada

Que la nostalgia 

Me salpique 

Para expresar en versos 

Mis deseos y tentaciones 

De este amor 

Que se acrecienta

Siempre por ti 

aapayés

El circuito imaginario de un beso

Una nota 

Un dibujo 

Un verso

Un piropo 

Un buen pensamiento 

Y una caricia 

Se derriten en las nubes

De un silencio compartido 

Y la luna parpadea 

El circuito imaginario de un beso

Una nota perspicaz 

En el lugar menos esperado 

De tu espacio

Sedentario y amorfo 

Si no lo lees con amor 

Y no sientes esa caricia 

Que desnuda la timidez 

Un dibujo 

En los poros de tu cuerpo

Con los labios perforando 

Tus deseos 

Un verso 

Bajo al calor de tu cuerpo 

Desnudo y frágil 

Ante la complicidad 

De ser dos en uno en la cama

Un piropo

Recién despiertas 

En la ventana del tiempo

Entre la silueta de tu caminar

Y el beso de mi despertar 

Un beso en tus ojos 

Y una caricia en tus cabellos 

El amor 

En todas sus dimensiones 

Haciendo el equilibrio emocional 

Entre tú y la realidad de la vida

aapayés

El rincón de mis debilidades

Mira, que la noche

Tiene un toque de ti, 

Escudriñar el silencio 

Me convida al deseo 

Que agita las emociones, 

Y el sonido del viento en la ventana 

Me acaricia el recuerdo

De tu presencia merodeando 

El rincón de mis debilidades, 

Agito mi mano

Y nace y un verso

Y lo vierto por ti

Lo anido en mi,

Y las turbulencias del amor 

Hacen poesía 

Ante la imaginación 

De una noche placentera, 

Escribiendo 

El silbido del viento en la ventana 

Mira, que la noche es nuestra 

Aún con la distancia 

Que se asoma por la puerta

Queriendo ser

Un paradigma imaginario 

De amor 

Mira, que la noche, es nuestra 

aapayés

El silencio de la partida

Insípido fue el adiós

Que nos abrazo

La tempestad de la despedida,

Una golondrina

Me iluminó

Con una luciérnaga en el pico

En el momento de darte el beso

Que selló

El silencio de la partida

Al marcharte

La imagen de tu caminar

Se quedó grabada en mis pupilas

Humedeciendo el momento

Y tatuando el recuerdo

En mi memoria

Y desde entonces

Te veo siempre partir

Qué sé yo del amor

Si la soledad es me agonía

Y me caricia desde entonces

Insípido si

Pero un adiós necesario

Para vivir

Un poco más de lo habitual

aapayés

Salpicar las emociones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Salpicar las emociones
Cuando sientes que
El mundo se desvanece
En tus manos
Sin tener el control de tu pensamiento
Y
Nace un verso
En tu silencio

La poesía es el alma
De la vida
Y un agujero negro
En las tentaciones inalcanzables
A orillas de la noche
Del día visceral de tu ausencia

Y sigo aquí
Tratando de encontrar
Un verso en los labios
De tu cuerpo

Al menos pienso en ti

aapayés

Te besé desnuda en mi silencio

 

 

 

 

 

 

 

Solía imaginar tu presencia
Dibujando sueños en el cielo
Escribiendo besos en mi cuerpo
Y yo esculpiendo las caricias
En tus caderas
Y un abrir y cerrar de labios
Te besé desnuda en mi silencio

Una vez más me desnudé ante ti
Y escribí poesía con el aroma de tus besos
Con el lívido de tus secretos
Y el espasmo sigiloso de tus deseos

Solía pensarte desnuda siempre
Que acariciaba mis deseos
Masturbando la idea de ser
La poesía penetrando tu pensamiento
Y me dejaba llevar recitando versos
En tus pechos rendidos a mi
Y lamiendo con afán el clítoris escrito
En mis labios y me lengua recitando
Mis deseos de tenerte en mi
Hojeando el libro de tu cuerpo

Solía acariciar la luna
Y la noche fresca de tus cabellos
En la cama acogedora del placer
Que pulula siempre que te veo
Bajo el umbral de la noche

Una vez mas me desnudé ante ti
Para esbozar la nostalgia de tu presencia

aapayés

Por el olvido empedrado de la nostalgia

 

 

 

 

 

 

 

 

De que manera
Le escribo al amor
Si no tengo las palabras
Que alboroten mis latidos
Cercano a los distantes sentimientos
Que navegan por las venas
Y brota un poco de sentimiento
Acumulado en mi silencio

De que manera
Puedo ser yo en tus ojos
Si un verso lejano
Apenas lo lees, lo sientes

He caminado día y noche
En los momentos de tristeza
Deambulo
Por el olvido empedrado de la nostalgia
Y vitoreo en secreto
Un aliento de amor por ti

En las noches de angustia
Me sumerjo
Por el sendero oculto de la alegría
Y a carcajadas recito
Un poema que escribí por ti

De que manera
Puedo ser un beso en tus ojos
Si la distancia se hizo eterna

aapayés

Luciérnaga fugaz de mis deseos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Solía soñar
Mirando al cielo
Y las estrellas se desnudaban
Absorbiendo mi tentación
De escribirle a un lucero imaginario
Y aparecías tú
Iluminando mi destino
Es prematuro creer en ti
Más ingenuo aún
Creer en mi
Si reposo mi cuerpo en la grama
Que me daba el deleite de correr
Mirando las estrellas
Acostado dibujando sueños
Y no estabas tú
Luciérnaga fugaz de mis deseos

Contar historias en silencio
Es hacer del momento
Un delirio celestial
De la palabra
Que ilumina esos momentos
De fuga interna al infinito

Te cuento a ti
Hoy admirando tú presencia
En la poesía de mis sueños

Te sueño a ti
Te tengo en mi

aapayés

Una mañana fría de verano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya lo decía
Cuando jugaba futbol en el hogar
Me niego a ser
Un equilibro en el olvido
Del silencio marchito de mi infancia
Y apareciste
Luminosa tentación del recuerdo
Y me vi perdido
Sereno y triste en la cuna
De la niñez marchita de felicidad

Ya lo decía mi hermano
Jugando trompo en los patios del internado
Él tocando guitarra a medias
Por que apenas comenzaba a sonar la melodía
De la vida musical
Lleno de amor
De amor al arte
Al teatro y a la pintura
A la música y al canto
Al unisono
Dibujábamos malabares creativos
Para poder seguir soñando
A pesar de las dificultades

Ya lo decía
El oráculo del hogar
Una mañana fría de verano
Bajo los árboles de mango
En la finca de la vida

Y yo
Desde entonces
Escribiendo poesía
Al lado y al compás de mi hermano

aapayés

Delineando una caricia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sumergirme
Ha sido el elixir poético
En mi
Una palabra nace
Y brotan versos
Delineando una caricia
Que derrama tentaciones
Que tu cuerpo provoca

No quiero dejar de escribirte
Dame
Un segundo de tu desnudez
Para explotar en versos
La calidez de tu belleza

Un aliento por ti
Y un verso escrito en ti

aapayés

La sensación de sentir tu piel

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

Por un momento
Sentí olvidarte
Y esa luz de tus ojos
Iluminaron la creación
De escribir un poema en tu cuerpo

Y nació un verso

Deleitando así
La sensación de sentir tu piel,
Y en cada verso estás tú
Siempre tú
 
Colosal manera de escribir
Te amo
Colosal manera de sentir
Tu cuerpo
Colosal manera de vivir
Tu encanto

aapayés

Entre las piernas del deseo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es delicioso saber
Que cuando te muerdo un labio
Besándo tu cuerpo
Es un verso de amor
Que agita nuestro antojo

Es delicioso saber
Que cuando te muerdo un pezón
Agitas las entrañas del placer
Amarrados el uno al otro
Se aceleran las agitaciones
De la poesía escrita en tus caderas

Me place saber que entre tu y yo
Existe la tentación
De escribir un poema de amor
Entre las piernas de tus caprichos

Mirarte a los ojos
Y hacerte sentir
Poesía en tus labios
Es un verso escondido en ti
Húmedo momento de agitar
Tus entrañas unidas a las pasiones

Es delicioso saber
Que la sexualidad compartida
Nos hace un libro escrito
Con la poesía de tu cuerpo

aapayés

Los versos sublimes de tu presencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que la brisa de tus palabras
Me acompañe
El tiempo que nos queda

Diminuta imaginación
En este efímero mundo
De la nostalgia
 
No seré el viento
Que acaricié tus cabellos
Serán mis manos
Las que enarbolen tu silueta
Y argumenten con ternura
Los versos sublimes de tu presencia

aapayés

Con el calor de tus palabras

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Suelo delirar soñando
Y despierto
Me revelo al silencio
Esa manera eclesiástica
De empezar el día
Con la oración perenne
De creer en uno mismo

Deliro
Sonrío
Y despierto grito mi nombre
Frente al espejo
Y me hago añicos el alma
Me rasgo las vestiduras
Y me desnudo frente a ti
Energúmeno ego de la avaricia
De la discordia interna
Que me carcome el alma

Pordiosero pintor
Que un día soñé
Con ser un pincel
En las manos de la vida
Para darle color al destino

Suelo delirar soñando
Despierto me congelo
Y me derrito
Con el calor de tus palabras

aapayés

Me inclino a decir tu nombre

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y si por alguna circunstancia
Me inclino a decir tu nombre
En las proximidades del exilio
No olvides que eres
La armonía del destino
Merodeando las tentaciones
Que siempre me seduce tu presencia

Un acertijo imaginario
En el crepúsculo del silencio

Un amor como el tuyo
No es casualidad en el camino
Que juntos decidimos andar

aapayés

Un verso de amor en tus pezones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para solucionar
Las pesadillas del olvido
Solo me dejo llevar
Por las vísceras del tiempo
Y lo hago mío
En el momento idóneo de mi silencio

Y estás tú
Inmaculada imagen del placer
Del placer perpetuo
En las tentaciones de mi sexo
Y te siento en mi
Acariciando mis secretos
Que tú y yo compartimos
Dejándonos llevar por el deseo

Para solucionar
Las pesadillas de la distancia
Solo pienso en ti
Desnuda haciendo el amor
Con la complicidad intima
Entre tu yo,
Y veo las posiciones
Que disfrutas con tu cuerpo

Te deseo
Y te escribo
Un verso de amor en tus pezones

aapayés

En los delirios del deseo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que la orgía del placer imaginario
Me convide a acariciar
Tu cuerpo desnudo en mis labios

No encuentro la nostalgia,
La dejé reposando
Mientras  dormía
Y soñaba con el día
De ser un gorrión en la poesía

Que la orgía del placer imaginario
Sea un poema
En los delirios del deseo
Y una vitrina sonriéndole al silencio

aapayés

Un verso de amor en tus labios

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Abandonar la idea
De escribir un poema
En tus labios
Sería un absurdo
Si desde siglos
He escrito tu nombre
En mi silencio

Que la agonía de amarte
Se congele en el cielo
Y despeje una tormenta de amor
Por ti

No seré yo quien lapide
Tu amor en el olvido,
Si no quién la esculpa
En tu alma,
Acurrucado en ti
El resto de mi vida

Abandonar la idea de escribir
Un verso de amor en tus labios
Sería un resfriado imaginario
En el infierno de mis tentaciones

aapayés

Poesía celestial de un beso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que diminuto es el tiempo
Cuando de estar contigo se trata
Una luciérnaga
Ilumina tu mirada
Que me invita a seducir
Con una caricia en tus cabellos
Y un verso imaginario
En la mejilla de tus deseos

Me sumerjo como todos los días
A leer un fugaz verso
En tu cuerpo escrito
Con la complicidad de la luz
Luciérnaga
Iluminando el segundo instante
Del vivir
A tu lado

Que diminuto es el tiempo
Cuando estoy contigo
Poesía celestial de un beso

aapayés

Un verso sin sentido

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La insipiente tentación de querer
En un laberinto de sentimientos
No es mas que un recodo imaginario
Para seguir creyendo en el olvido

Los rincones de amor
Que un día hicimos nuestros,
Son un efímero suspiro del recuerdo
Que nubla la imagen
De un verso sin sentido

Soslayar la ternura
Es una muestra de amor
Al olvido permanente

aapayés

Un reposo eterno en tu memoria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si ayer hubiese sido
Quien te escribió un beso en tus sueños
Sería hoy
Un poema en tus labios
Y en tu pecho
Un reposo eterno en tu memoria

No convido ser un soplo matutino
En tus ojos,
Si no un verso
Que trasmita el equilibro existencial
De este amor
En las manos de tus labios

aapayés

Una luz se perfila en mi delirio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace mucho que no siento
El verso de tus labios
Las caricias de tus cabellos
Y el perfume de tu cuerpo

Solo me dejo llevar por tu presencia
Ausente licor de mis deseos

Una luz se perfila en mi delirio
De tener en mis manos
Un poema mal escrito
Para que tu lectura espiritual
Lo lea y corrija el silencio de mis deseos

Solo me dejo llevar por tu mirada
Cuando te dejas seducir por la lectura

Hace mucho que dejé de sentir
Tu ausencia en mi silencio

aapayés

Un apéndice sentimental

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que catarsis más emocional
Sentirse aislado por la ausencia
Existencial del otro,
Del otro que te acompaña
Del otro que te da la mano
Del otro, del otro espíritu

Incondicional manera de ser
Un apéndice sentimental

aapayés

Sin la armonía ecuánime del adiós

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me mire al espejo
Y vi tu rostro
Despidiendo lo nuestro
Esa imagen incierta
De vivir el presente,
Un presente inexistente
Sin la armonía ecuánime del adiós,
Me sonrojo la idea
De reír
A ultranza, tentación de querer,
De querer ser
Un beso instantáneo
En tu despedida,
Acústica manera
De asumir la partida

Y por un segundo
Comprendí la nostálgica herida
De un amor en decadencia
De un amor en el olvido

Un adiós
Sin ánimos de partir
Sin ánimos de vivir
Al extremo sentimiento
Sin sentido
Sin amor
Sin la complicidad
Que un día nos hizo
Un poema de amor

aapayés

Un paréntesis en la aurora del silencio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que la distancia sea eso
Un receso imaginario de tu ausencia
Y un paréntesis en la aurora del silencio
Que no extrañe
El calor de tus ojos
Ni el aliento fresco de tus labios,
Que la incapacidad de acariciarte
No contagie la volátil tentación de tenerte

Que la distancia
Sea un manantial de sentimientos
En cada segundo de ausencia

aapayés

En las profundidades de los sueños

Y acumulamos momentos
Esos que se aglutinan
En la misteriosa imagen
De un sortilegio impoluto
Que derrama misteriosamente
Esos sentimientos
Que se desgarran misteriosamente
En las profundidades de los sueños
Y allí estabas tú
Inmaculada tentación
Del placer
Y sigo acumulando
Un inmenso deseo
Que derrama tentaciones
En los momentos menos esperados

Y acumulamos
Tanto sin esperar nada a cambio

aapayés

La calidez del tiempo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me enamoré
De la primera caricia
Que sentí en mi rostro
Al salir de casa,
El viento

Así inicié el día
La calidez del tiempo
Me acompañó toda la jornada
Y no estabas tú

aapayés