Tengo la porfía del silencio
Y la amapola imagen
De la soledad marchita
Que reabre al viento
Un aliento de paz en el cielo
De las palabras ausentes
Me hago cargo,
Como del cansancio austero
De un vagabundo imaginario
En las tertulias del olvido
Allá en el horizonte
Vuela la tozudez insólita
De un amor enamorado
De la poesía sin sentido
Me quedo con el espejo de tu cuerpo
Con el brillo de tus ojos
Gritando amor
aapayés