Y nace un verso en tus piernas
Augurio de un amor profano,
Reivindico con la poesía
Las carcajadas de un sueño dorado
En el cielo
No dejo de pensar en las noches
Esos momentos obscenos de rebeldía
Por un sueño mirando al sol
Su luz inquieta y desbordante
Renueva la energía
De un pensamiento
Que recorre por los poros del cuerpo
Y eriza la piel,
Al leer tu nombre en la paredes
Del alma ausente
En la habitación de un intelectual
Que hilvana realidades
Que le dicta el dinero
Nacen versos en tu cuerpo
Y brotan ideas tentadoras de sueños
Un paréntesis se abre
Paré a escribir un beso en tus piernas,
Y nacen muertos
Que masacro con alevosía
Tras el placer de pensarte
Haciendo el amor contigo,
Cierro paréntesis y quedo desahuciado
Con el deseo de dormir pensando en mi
No dejo de escribir
Un verso dedicado al sueño literal
Del olvido
Un paréntesis en medio de la tormenta
aapayés