Caminar y caminar
Y encontrarse con el alma del silencio
De ese guiño espiritual que te guía,
Que argumenta las inquietudes del amor
De la triste soledad marchita,
Del tiempo enajenado a la nada
A la incertidumbre de perderse
En el desierto inmenso del asfalto
Caminar y caminar
Cabizbajo
Queriendo encontrar ayeres
Presentes
Y dibujar el futuro en el agua de la vida,
Que fluye como el río, al mar
Océano existencial del tiempo,
En unos simples pasos, al ritmo del destino,
Desestimo los ayeres
Y me abriga el presente
Caminando bajo la lluvia
De un atardecer taciturno y fresco
Caminar y caminar
Sin el calor del ritmo de tu cuerpo
De tu vestido enarbolando tentaciones,
Con la mirada perdida en el silencio
Caminar y caminar
Sin el adagio necesario por llegar
Al destino material de la vida
Doblo la memoria
Y al ritmo de los pasos,
Suelto el grito
Con el suspiro agónico de un colibrí,
Ajeno a la realidad citadina del tiempo,
Escribo y escribo
Y pienso en ti, esqueleto sedentario de la tristeza
Caminar y caminar
Escribir y escribir
La memoria del ayer
Marcada con los pasos del hoy y el futuro imaginario
Caminar y caminar
Y encontrarse con el alma del silencio
aapayés