Bebo la dulzura de un espantapájaro
Abrumado por los cuervos
Grita a brazos abiertos
Su solitario deseo de vivir
El aire se acumula
Y acaricia la luz de sus aventuras,
Un gorrión le gritó vuelo
Y el ave se hizo verso
Bebo la tranquilidad del viento
Y las nubes dibujaron su silueta en la pradera
Un paso acorraló la nostalgia
Y el viento se hizo verbo
El tiempo se esfumó con mis lagrimas
Y bañó la sonrisa del beso,
Un aliento naufragó en el pasto
Y el amor acarició la tormenta
Bebo la tranquilidad de la noche
Leyendo el aroma de tus labios
De tu boca lamiendo versos
Y tus manos esculpiendo tentaciones
Beso mi ausencia tentadora de pecado
Y me hago aroma en tus cabellos
aapayés