Un burdel escrito
Se acumula en cada verso que pinto,
Que descubro de manera jocosa
Cuando me siento a beber ideas,
Ironía de un vagabundo misterioso
En cada esquina de las faldas del desprecio
Un maniquí
Modelando desnudo y sin decir palabra
Expresión rutinaria del día
La noche es cruel con el sol que se esconde
O que huye, para hacer el amor con la luna
Tiro rostros como el maniquí a medio andar
Miradas obscenas acariciando versos
Un punto y seguido en la oración
Una coma en tu respaldar de la noche
Un punto y aparte en la cadera de tu alcoba
Puntos suspensivo en cada paso de tus ojos
Un burdel escrito
Sonriendo con la mirada perdida
En el tobogán del equilibrio emocional,
Lectura monótona de lo que bebemos
Lapidando la noche en el burdel de la memoria
aapayés