En las catacumbas de la soledad
Es como acariciar el alma
En silencio,
Acorralando un manuscrito especial
De una historia imaginaria
Al son de la realidad
Renacer
Rústico y sobrio
Con la manía de ser poeta
Con la locura en entre los brazos
Y el verso energúmeno
En los dedos del destino
Un silencio
Acompañó la liturgia
Del renacimiento placer
De ser un verso en tus labios
Una coma en tus deseos
Y
Un poema en tus senos
Renacer
Locamente enamorado de la vida
Con la burda tentación de amar
Sacrilegio espiritual de una caricia
En el paladar de tus piernas
Renacer
Con la locura entre las manos
aapayés