Entre su mirada y mi cuerpo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ella me miró

Con los ojos de otoño

Yo con la mirada de primavera,

Y nos inventamos el verano

Para dejar a un lado el invierno 

 

Nos acariciamos

Y el tiempo se volvió eterno,

Entre su mirada y mi cuerpo 

Uniendo tentaciones

 

aapayés

Latir ausente de la memoria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tuve en mis manos

Un poema escrito

Con el adiós,

Se esfumaron los versos

Exquisitos

Del latir ausente de la memoria 

 

La mentira

Tiene fuerza

Si se repite una y otra vez

En la vanguardia del pensamiento

O en las cloacas de los periódicos

 

Yo no leo mentiras

No pierdo el tiempo 

En las cloacas del pensamiento.

Ellos,

Si ellos: son los mezquinos 

Herederos de los monarcas decapitados 

Por la revolución francesa, 

En la bastilla

 

¡Qué lucha!

¡Qué gritos!

Y que victoria llena de esperanza

Se dejaron arrebatar los franceses 

 

Tuve en mis manos

Un poema escrito y leído

Una y mil veces por el pueblo 

Alzado en armas

En los campos y ciudades

Tengo en mis labios

Los puños cerrados de la victoria

aapayés

Un energúmeno escombro en el desierto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A la deriva

De un verso desnudo

Me deshabita la idea

De creer en mis tentaciones,

Un pincel abandonado

Con la paleta marchita de colores

Me sumergen al silencio,

Cuál viento soplando la noche

En la estepa de un amor,

Que deambula

Cuál poesía nómada

En medio del desierto

 

Un psicólogo errante

A la deriva de un atardecer 

Sin sol

Sin el tiempo meridiano de la existencia

 

Un pintor sin pincel

Un poeta sin versos

Y un avatar loco

De tanta ilusión perdida

En medio del sedentarismo,  

Elocuente en la lectura

De un pergamino añejo a la poesía

 

A la deriva

Dilapidando tentaciones obsoletas

En medio del desierto

 

La estepa es frágil y transparente 

Como la vida misma que nos acompaña

A la deriva sin el pincel 

Ni un verso en los labios

Ni un poema en la lengua

De mis debilidades

Un energúmeno escombro en el desierto

 

A la deriva

 

aapayés

Acariciando besos en el aire

 

La demencia

Es una ilusión 

Amordazada al raciocinio

De creer en ti

 

Me conmueve 

La elocuencia desnudez

De mi locura

Intangible tentación 

A la lectura de tu cuerpo,

Discordia del pensamiento 

Para escribir un verso

 

Un arancel de ideas

A orillas del precipicio,

Un abismo elocuente

Si van unidos al deseo de tu presencia 

 

Paladín misericordioso

De un beso perdido

En los cabellos del silencio,

Vuelan como el viento

Y los despeina,

Sonrojando tus piernas

Acariciando besos en el aire

 

La demencia de pensar en ti

Me invita a escribir locuras

Inadmisibles versos en la lectura

 

Soy el que divaga pensando en mi

En ti demoledora de tentaciones

Y deseos en la poesía

Un demente 

Enamorado de su manía 

De escribir tu nombre

aapayés

Sonriéndole a la poesía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Soy un desastre literario

Acumulación de delirios 

E inmaculada tentación

 

Un espejo roto

En medio de la sala,

Un arcoíris

En pleno verano

Y un calor intenso

En pleno invierno

 

Se marchita 

La sabiduría de ser sincero

Lo honesto quedó en el olvido

Y un poema de amor

Se derritió en primavera

Con las pisadas del tiempo

 

Soy un desastre escrito 

En las paredes del universo

Una estrella muerta

 

Soy y seré 

Un atardecer en medio del desierto

Y un amanecer en medio de la nada

 

La esperanza 

Sonriéndole a la poesía 

Eso soy y seré siempre

aapayés

Un beso en el horizonte del destino

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Eres el rostro

Imaginario de mis sueños,

La mirada profunda

De un amor verdadero

Concatenado con el tiempo,

La vida de nuestros deseos

Un amor imperdible

Un amor inclaudicable

Un beso en el horizonte del destino

Eres mujer creadora de poesía

Literal verso

En el amor de la vida

Un dibujo perfecto

En el lienzo de mis tentaciones

Un deseo eterno

De mis debilidades

Por tener un libido pensamiento

De tu cuerpo

Eres el pecado original

De mis pensamientos

Y de mis tentaciones

Acumuladas en la poesía

Escrita en tus piernas,

Abierta a mis caricias

Y a mis deseos por hacerte

Un poema en tus pezones

 

Creación del universo

De mis pensamientos

Inclino mi cuerpo

Y te hago mía

Por el resto de mi vida

Eres la auténtica tentación

De mis debilidades escritas

En la poesía de la vida

Eres la mujer

De mis pensamientos

Por los siglos de los siglos

 

aapayés

Soy un trozo de amor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Soy un trozo de sentimiento

Acorralado,

En el jardín sin tierra

Un océano vacío

En el agujero de un mapa

Sin norte y sur

Soy un trozo de amor

En las inmediaciones

De un edificio abandonado,

Coloreando versos

Que palpitan

En las ventanas abiertas

De la noche,

Del día yo me hago cargo

Al fin y al cabo

Soy una ilustración

En el basurero de la vida,

Una huérfana letra 

En el teclado de la maquina, 

Donde escribo poemas

Sin la letra a, en la palabra amor

Soy un trozo de mor

Enamorado de la vida

 

aapayés

La imaginación es lo que cuenta

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al final de todo

La imaginación es lo que cuenta,

Para escribir un verso en tu cuerpo 

 

Cuenta la historia de una hormiga,

Que el principio de todo

Es el trabajo,

En fila nos encaminamos

Al infierno,

Maquiavelo es amigo mío

Él me cuenta todo,

Desde una mano amiga

Hasta un beso enemigo

 

Incógnita pregunta

Me hicieron las hormigas

El día que me uní a ellas,

Para ser el jefe

De una pesadilla

En el sueño de un torturador,

Y así hormiguearle su conciencia 

Fría y obsoleta

Abyecta al amor 

Al final de todo,

La imaginación es lo que cuenta

 

aapayés

Un poema borroso en tus labios

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me convertí en el centinela

Odioso de una doncella,

Minotauro de un amor casto

Fruto de un encuentro literario

 

Un poema borroso en sus labios 

Un estrtagema iracundo

En su cuerpo abierto al deseo

 

Me convertí sin saberlo

Un poema escabroso en sus manos 

aapayés