Cerré los ojos
Y pude ver lo perdido
Se alejó,
Y sin mirar la despedida
Se marchó
Cerré los ojos
Y pude ver el alma
Que viajaba en el interior de la poesía
Era de el poeta muerto,
Del escritor olvidado
En las bibliotecas del tiempo
Horrible metáfora
De un poeta enamorado
De un poeta enloquecido
Por el amor de un verso escrito
En la pared del silencio
En el muro de la prisión
Que compartió la sonrisa ausente
En el horizonte de una despedida
En el esqueleto de una metáfora
Cerré los ojos
Y pude ver las alegría de un alacrán
Besando la ternura de una hormiga
Ilustre tentación a la muerte
Merodeando las trincheras del poeta
Mendigo estéril
En un adiós mediocre
Cerré los ojos
Y brotaron lagrimas
Incipiente manantial
De la poesía
Recitada por el grillo cantor de la noche
Cerré los ojos
Y vi las manos alzar la despedida
Ciega y benevolente tentación
Al verso desnudo en la pared de la noche
Ilustre tentación a la vida
Soñando volar con el olvido entre las alas
En el poema con sentido humano
aapayés