Me reconcilia saber que te desnudas
Y que la ropa te es fiel a tus deslices
Me regocija sentir tu aroma
Y vivir soñando con tu cuerpo
El vino te queda bien,
Delinea la silueta de tus labios
Y la copa de tus caderas
Me convida a beber tus pasos
Me reconcilio con tu ausencia
Y dibujo versos en tu nombre
Mi esperma te saluda
Con las caricias cómplice de mis manos
Te siento
Te deseo
Y nacen muertos vitoreando tu nombre
En un agitador de masas
Se convirtieron mis manos
Pensando en ti,
En ese momento oportuno
De sentir tu cuerpo
Acoplado al mío
Dejando caer al vacío
El gesto impecable del deseo,
Delirio fiel a ti
Por ti
Por los siglos de los siglos
Te amaré
Me reconcilio amándote
Soberbio aroma
Tú presencia en mi existencia
aapayés