Me conmueve
el silencio de tu belleza
y el perfil inquieto
de tu sonrisa.
La dulce tentación
de acariciar tu rostro.
¡Qué silencio tan hermoso!
Qué poesía, tu presencia.
Me conmueve
el silencio de tu belleza,
y trasciendo
a lo más profundo de tu ser
para hacer de mí
un verso inmaculado
de tu sonrisa.
Me conmueve,
sí,
ser un beso en tu silencio
y una caricia
que trasciende el tiempo
y la tentación
de escribir
un verso
en los camances de tu belleza.
aapayés

