Elevo la mano al cielo
Y acaricio la ausencia
De un verso desnudo
Aleteando la tentación
De escribir
Un poema inmaculado
De amor
Elevo la imaginación
De sentir
El verso hambriento del marginado
En las calles del silencio
Elevo una plegaria al cielo
Por el llanto del olvidado
Corazón de la vida
Elevo la tentación
De seguir siendo
Una voz en el desierto
aapayés