Ausente y frágil
Durmió el amor
Que un día quisimos crear
No dejaba de soñar,
De pintar tu cuerpo
En la cama
Andanada de caricias
Que pregonaban las manos
Y los dedos lúcidos y tercos
Hacían de lo suyo
En los íntimos secretos de tu cuerpo
aapayés