Hurgando la noche
Los destellos espirituales del silencio
Agrietado y torpe
Me derrumbe como un castillo
De arena en el cielo
El suelo agrietado como el alma
Que me desnuda el sentimiento
Lloro cómo un niño
En las manos de la luna
Que ilumina el parpadeo húmedo
De mi silencio
Hurgando el cielo de mi silencio
Inerte y ciego de mi demencia
Murmullo un verso de amor
Por las grietas abiertas de mi alma
Y murmulla igual las pestañas
Al acariciar sin querer
Un verso perdido en el espacio
De mi silencio
Hurgando el amor de ayer
Acarició la soledad poética
De la nostalgia bajo la luz de la luna
aapayés