Hierve la conciencia
Los gritos implacables
Al la muerte
La denuncia aúlla
Misericordiosamente
Lo imperdonable de ver
Los cuerpos del silencio
En las mazmorras de la maquina
De la muerte
Hierve la conciencia
Y brotan gestos de amor
Por las calles milenarias
Del tiempo y cielo de hormigón
Late la soberbia mezquina
Por el Oriente próximo del genocida
Temperamento de la demencia visceral
De un dios mediocre
En el cerebro asesino de unos pocos
Hierve la conciencia
Y el grito de amor
Por las calles de la ciudad
aapayés