La bartolina
No la conocí
Conocí el encierro
En una celda acorralada
De cuerpos
De rostros
De miradas oscuras
Y macabras palabras
De horror
Vi la imagen marchita de la muerte
En los cuerpos mutilados
De agonía
Cada cual a su regazo
Cada quien a su escondite
Cada cierto tiempo
A copular el miedo
Y el terror de ser el siguiente
Cada noche incierta
Cada almohada inexistente
No conocí la bartolina
Conocí el exilio
En la misma tierra sin salir
En el mismo lugar
Que me vio nacer
Pero no dejé de ser yo
Con la vida en un hilo
Los años que olvidé
Caminar por la ciudad
aapayés