Cuando siento en el alma
El grito ausente de la palabra
Me invade la tristeza
Y la agonía de vivir en el olvido
Y escribo un verso
Desde el grito ausente de mis ojos
Las lágrimas ya no brotan
Como antes
Ya no palpitan las pestañas
Y las pupilas se derriten
Como el hielo en el calor
Pero no humedece el alma
Que se enjuta leyendo soledades
Cuando siento la ausencia
De mis pensamientos
Ya no encuentro
El amor que un día removió mis venas
Y pululaba la alegría de vivir
Que puedo hacer
Si en el abismo de mi silencio
Ya no encuentro la alegría de tu nombre
Porque en la sangre
Ya no pulula el amor
Cuando siento la soledad
Me entrego a ella
Y la hago mía
aapayés