He calcinado el horizonte
En las cenizas de los recuerdos
Y pisoteado el maizal
Que cultivamos juntos
Con un fusil al hombro
Y con el otro las cananas
Que adornaron un tiempo
Mis pestañas
El ombligo de mi niñez
Se perdió
Con el grito de mi madre
Arañando los días
Para poder comer en mi ausencia
Un plato con frijoles y arroz
Imaginando comer
Un manjar de vitaminas
He calcinado el cielo
Y lo he hecho mío,
Para esparcir de felicidad
El reino de dios en la tierra
A los más pobres de este continente
El mundo es eterno
Como la esperanza de creer en el
He calcinado mis ideas
aapayés