No he olvidado
Ese pequeño instante
De amor,
El silencio invadió
Nuestros cuerpos
Y solo sentíamos la tentación
De la respiración
Y el ritmo agitado
De los latidos
Nervios ajenos al deseo
Y la excitación terminó
Por sumirnos al placer
De acariciar nuestros labios,
Las manos
Invadieron la tentación
De acariciar los secretos escondidos
Del libido existencial
Del deseo mutuo con el orgasmo incluido
aapayés