El tiempo yace en el suelo
Muerto y triste sin destino,
Merodea la poesía
Y brotan versos en tus ojos
Claro oscuro de la vida
Rezo y pronunció tu nombre
Cuál clérigo durmiente
Adorando tus sentidos
Adornando tu camino,
Una caricia en tus brazos
Y unos besos de amor
Por las mañanas
En la cama versando tentaciones
El tiempo muerto
Yace en el silencio
En una alcoba desnutrida y demacrada
Huérfana y olvidada
aapayés